Atrás 7 Rutas fascinantes por los bosques de Asturias
7 Rutas fascinantes por los bosques de Asturias
Las rutas con bosque son siempre una aventura fascinante, llena de sorpresas. Asturias es una tierra de espectacular frondosidad para que disfrutes de la naturaleza. ¡Aquí tienes 7 rutas con bosque que colmarán tu espíritu montañero!
Una ruta en Asturias es un constante descubrimiento, una pequeña o gran aventura inolvidable, una cascada de sensaciones a menudo indescriptibles que solo se pueden disfrutar en plenitud si se viven en primera persona.
Muchas sorpresas nos depara una ruta en plena naturaleza: cielos con infinitos matices, luces cambiantes a lo largo de la jornada, los colores de la roca, los brillos de cientos de verdes, el canto de los pájaros, el rumor de los árboles, la dureza de una ascensión, la belleza de una vista panorámica …, y casi omnipresente el bosque, muchos bosques.
Porque Asturias es una tierra boscosa, de espectacular frondosidad en algunos parajes. Y los bosques de Asturias son una fuente inagotable de recursos y de salud en el más amplio sentido del término.
El bosque te enseña mil cosas del reino animal y vegetal, de las leyes de la naturaleza, de la genética, del origen de la vida, del clima… y sobre todo, te ayuda a sentirte mejor, a encontrarte contigo mismo, a relajarte, a percibir el mundo, tu mundo en sintonía con la madre naturaleza. Te despeja la mente y te ayuda a pensar con agilidad, con transparencia…
Por eso, cuando vayas de ruta y te encuentres un bosque, será una auténtica bendición. Si hace sol, encontrarás la sombra y el alivio a tu sofoco; si está lloviendo, sentirás que el manto vegetal te protege; si es de día, el bosque estará lleno de vida; si es de noche, el misterio está servido…
¡Aquí tienen 7 rutas con bosque en Asturias que colmarán tu espíritu montañero!
Brañagallones, el gran hallazgo
La Ruta de Brañagallones es un encadenado de sorpresas y descubrimientos. El camino tiene un comenzar idílico, a orillas del río Nalón, en la bella aldea de Bezanes, en el concejo de Caso.
Una sinuosa y empinada senda te marcará el rumbo, hasta alcanzar la ansiada meta. Apenas dos kilómetros desde el comienzo de tu aventura, te encontrarás el mirador del Texu La Oración, y podrás disfrutar de las primeras panorámicas de Bezanes, la cuenca del Nalón y el picu Cascayón, y un poco más adelante contemplarás ya el Cantu del Oso, que se alza impresionante sobre Brañagallones.
A medida que avanzas en la ruta, verás el valle del río Monasterio, atravesarás el túnel del Crestón, y a continuación te adentrarás en uno de los bosques más espectaculares del Parque Natural de Redes. Y como fantástico colofón, después de más de 10 kilómetros de caminata, llegarás a Brañagallones, que se te antojará seguro un gran hallazgo.
En esta famosa braña de los gallones (los urogallos), podrás observar la huella de un tiempo donde existían abundantes cantaderos de urogallo (lugares de exhibición de los machos en la época de celo). Te verás rodeado de bosques de hayas con arandaneras, en medio de un lugar apacible, y de lo que otrora fue un circo glaciar.
¡Habrás culminado una ruta de esas con bosque que te resultará inolvidable, y además en una Reserva de la Biosfera como es el Parque Natural de Redes!
La Senda de los Molinos, una delicia natural en Bimenes
Bimenes siempre ha sido una tierra de agua y de molinos. De etnografía y de vida rural. De campo y de minería. Así que la Senda de los Molinos colmará todas tus expectativas.
Este itinerario molinero y boscoso da comienzo en el pueblo de Rozaes, y ahí partirás en dirección al Segredal. Allí tomarás un sendero a la izquierda, y enseguida te verás en el bosque. Nada más cruzar el río, en pocos minutos, te encontrarás con los primeros molinos: el de Matilde, el de Barrial, el de Flora, el del Ferreru o el de Máxima.
Mientras caminas en medio de la frondosidad verde, vislumbrarás las cumbres imponentes de la Sierra de Peñamayor, y de nuevo te toparás con más molinos. Esta vez serán el de Milio y el de Fermina. Además, en este último, que fue restaurado a tal fin, conocerás los instrumentos y mecanismos propios de la gran tradición molinera asturiana, que forma parte del fondo cultural ancestral del Paraíso Natural.
Muy cerca, una mesa y un banco, ideales para descansar y reponer fuerzas. Y poco a poco, irás culminando la ruta con el último molino, el de Honorio, y enseguida llegarás al pueblo de Melendreros, que será el final de ruta.
¡Habrás realizado una ruta maravillosa que combina a la perfección el bosque y los molinos!
Moal, un bosque que es la puerta de otro bosque
La Ruta del Bosque de Moal te resultará fascinante, no solo por la belleza de los lugares recorridos, sino porque te darás cuenta que estás ante un bosque que es la puerta del mayor robledal de Europa: el Bosque de Muniellos.
Realizarás un trayecto fácil y agradable, inmerso todo el tiempo en una de las 7 Reservas de la Biosfera de Asturias: el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
La ruta comienza en el pueblo de Mual, que fue Pueblo Ejemplar de Asturias en 2018, y que es un sitio de gentes hospitalarias, siempre dispuestas a atender a los visitantes.
En las proximidades del pueblo, justo al otro lado del río, se extiende un impresionante bosque de castaños donde verás las típicas corripas (construcciones circulares de piedra utilizadas para almacenar los erizos del castaño y dejarlos “curar” hasta que se desprenda fácilmente su fruto).
Una vez abandonado el pueblo de Mual, la senda discurre paralela al río Muniellos, atravesando los prados que ocupan su vega fluvial, y dejando atrás los bosques de castaños. El trazado continúa acompañado de rebollares y hayedos que cubren las laderas a ambos lados. Además, durante todo el recorrido se pueden ver "cortinos" (construcciones circulares de piedra cuya misión es proteger las colmenas de los ataques de los osos).
Continuarás la ruta por la pista principal, ignorando cualquier camino que pueda partir de ella, hasta llegar al cerramiento de acceso a la Reserva Natural Integral Muniellos, auténtica joya del patrimonio natural asturiano, refugio de especies emblemáticas como el oso pardo y el urogallo cantábrico. Será entonces cuando tomes un camino a mano izquierda, que continúa en ascenso entre robles y castaños, primero, y que luego va a dar a un bello hayedo.
Tras cruzar el bosque de hayas, ascenderás hacia el Mirador de Montecín que se divisa al frente. Desde el mirador observarás el pueblo de Moal, el puerto del Connio y la parte baja de la Reserva Natural Integral Muniellos.
Después emprenderás el regreso al pueblo de Mual, tras una maravillosa ruta entre bosques …
Muniellos, el bosque de bosques
La Reserva Natural Integral Muniellos es un espacio natural completamente virgen que acoge el mayor robledal de España y uno de los mejores conservados de Europa. Comprende el Monte de Munieḷḷos y La Vilieḷḷa, en Cangas del Narcea, y el de Valdebois, en Ibias.
El Bosque de Muniellos es un lugar mágico, siempre cambiante, claro exponente del paraíso asturiano en todas las épocas del año. Entre otras especies vegetales, destacan los robles de distintas especies y de hasta seis metros de diámetro, hayedos y abedules que se ven salpicados por la continua presencia de acebos y tejos, reyes perennes del otoño de Muniellos.
Este fantástico bosque, lleno de leyendas y mitología astur se asienta sobre un sustrato paleozoico de unos 500 millones de años de antigüedad; en él se pueden observar antiguos circos glaciares y lleronas, o canchales de cuarcitas desmenuzadas. Del origen glaciar de Muniellos dan fe las famosas lagunas del Pico de la Candanosa, cuatro escalones de agua, de belleza enigmática, que se esconden entre valles, senderos y cimas. La ascensión a estas lagunas: la Peña, Grande, Fonda y La Isla conforman uno de los recorridos de máximo interés entre los amantes del senderismo, y serán uno de los hitos naturales que más te llamen la atención.
Además, en tu recorrido te acompañará todo el tiempo el Río Muniellos o Tablizas, que atraviesa todo el bosque.
Te encontrarás una naturaleza en excepcional estado de conservación, y por ello las visitas a este bosque están restringidas a grupos de 20 personas por día, y la reserva tiene que hacerse con antelación en la web oficial del Gobierno del Principado de Asturias www.asturias.es
Teixóis, toda la magia del occidente de Asturias
La Ruta O Teixo a Os Teixóis da comienzo en la collada de Teixo, en Taramundi, entre las emblemática cumbres del Ouroso y el Busnovo. Pondrás rumbo al pueblo de Santa Marina, y en la senda que te conducirá hacia él, atravesarás un ‘castañéu’, siendo éste tu primer contacto con el bosque en esta maravillosa ruta.
En la aldea de Santa Marina, encontrarás numerosos ejemplos de la arquitectura rural característica del occidente asturiano, con sus herméticos volúmenes, sus muros de mampostería con piedra vista y sus cubiertas de pizarra. De Santa Marina irás al caserío de Almallos, y de allí, entre prados y castañales, llegarás a la carretera que une Taramundi con Veigas, cogiendo desde ésta un sendero que va al Conjunto Etnográfico de Os Teixóis, magnífico ejemplo de lo que en el siglo XVIII fue una pujante industria en todo el Occidente de Asturias. Y es que Os Teixóis reúne toda una serie de ingenios movidos por el agua: un molino, le mazo de una ferrería, un batán para el tratamiento de la lana, piedras de afilar y hasta una primitiva central eléctrica.
Una vez que hayas visitado Os Teixóis, caminarás hacia la cercana aldea de Las Mestas, justo por un sendero que transcurre al lado de un arroyo. En este tramo final de la ruta, encontrarás las aún identificables ‘carboeiras’ que, alimentadas con el abundante roble de la zona, producían el carbón vegetal consumido antaño en las numerosas ferrerías existentes. Una vez en Las Mestas, una pista te conducirá de nuevo a Teixo.
Un trayecto de ensueño entre bosques, arroyos, ingenios hidráulicos y toda la intrahistoria del occidente asturiano grabada en cada piedra del camino.
Peloño, el bosque más colorido del mundo
El Bosque de Peloño, en Ponga, es un túnel de vegetación, naturaleza y paisaje; un túnel de tranquilidad, historia y etnografía. Peloño es un gran hayedo que recorrerás por una pista de unos dieciséis kilómetros hasta llegar a la vega del Arcenorio, una gran explanada regada de cabañas de pastores y en la que sólo el ganado, los habitantes y los senderistas rompen la serenidad del lugar.
En medio de tan bella explanada, la capilla de Arcenorio, y de camino hacia ella, el hayedo deja entrever unas maravillosas vistas de los Picos de Europa. A la llegada a la vega, nos saludan un sinfín de gencianas amarillas, y en mitad del recorrido podrás desviarte para visitar el Roblón de Bustiello, un gigantesco roble albar que merece la pena conocer, y en la Guaranga, apenas a dos kilómetros del Arcenorio, puedes echar la vista atrás para ver las trincheras de la guerra civil, medio escondidas por la vegetación.
Buitres, pájaros carpinteros y arrendajos destacan entre la fauna de esta preciosa e imprescindible ruta.
Eso sí, para hacer esta ruta tendrás primero que llegar a San Xuan/San Juan de Beleño o a Viego, y de ahí al mirador de Les Bedules, donde iniciarás este fantástico itinerario.
Desde este mirador comenzarás a caminar por una pista, que es la que se adentra en el bosque, aunque en su inicio está rodeada de pastos. Este camino se conoce como el Camín de los Arrieros y continúa hasta Collado Granceno. Y en este Collado tendrás ya unas vistas fantásticas del bosque de Peloño.
¡La ruta del bosque de Peloño es una gran aventura natural!
Hayedo de Montegrande, pura poesía vegetal
La ruta del Hayedo de Montegrande y la Cascada del Xiblu es uno de los mejores ejemplos de Asturias de un itinerario natural donde se combinan a la perfección un bosque y una cascada.
La ruta da comienzo en el aparcamiento de la braña La Puerca, poco después de hacer pasado el pueblo de Parmu/Páramo. Se trata de un sencillo y cómodo paseo por una pista ancha, que te permitirá descubrir secretos como los de alguna que otra bocamina, donde se vislumbran galerías de carbón hoy selladas. Además casi al principio del camino encontrarás la fuente de los leprosos, denominada así porque antaño estos enfermos buscaban en estas aguas la curación…
Te sentirás entonces entre la historia y la leyenda, y entre árboles cubiertos de líquenes. Y por supuesto respirando uno de los aires más puros que puedas imaginar.
Tras caminar varios kilómetros bosque adelante (algunos cuesta arriba), y en sentido contrario al de la corriente del río, tendrás el más bello colofón que pudieras esperar: la Cascada del Xiblu. En realidad, se trata de un conjunto de tres cascadas que suman un total de 100 metros de caída de agua, que se precipita de forma salvaje monte abajo, componiendo una escena bellísima. Además, cuando el soplido del viento se da en una determinada dirección, se genera un curioso silbido, un fenómeno que da nombre a la cascada …
¡Así que para disfrutar de los bosques de Asturias, y de toda la belleza e inmensidad de parajes y rincones nada mejor que alojarte la red de establecimientos rurales (casas y apartamentos), ubicados en lugares de ensueño con entornos de lo más natural, y que forman parte de la marca Aldeas Asturias Calidad Rural!
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