Fue en su origen un pequeño cenobio monástico que comenzó a ser habitado por monjes benedictinos en el siglo XII, que establecieron en él un colegio de filosofía desde el siglo XVII.
De la planta original se conserva una torre románica, tal vez contemporánea de la torre de la Catedral de Oviedo, siendo el templo de estilo románico tardío. Desde principios del siglo XX se convirtió en casa de ejercicios.