7 museos etnográficos en Asturias para viajar al pasado

Asturias es una de las regiones con más potencial y legado etnográfico de toda Europa, y prueba de ello es que posee una variada e interesante red de museos etnográficos repartidos por toda su geografía. Todos son lugares ideales para un viaje a la cultura popular, a la forma de vida de antaño y en definitiva a la memoria colectiva.

¡Un intenso y extenso viaje al pasado por 7 museos etnográficos de Asturias que te resultará muy aleccionador!

El Museo Etnográfico de Grandas de Salime “Pepe el Ferreiro” nació en 1984, sobre la base de la colección etnográfica de José María Naveiras Escanlar, popularmente conocido como “Pepe el Ferreiro”, que hoy le da nombre a este equipamiento. Se trata de un museo de referencia en Asturias, y uno de los más importantes en materia etnográfica en el norte de España, por la importantísima colección que muestra.

Ubicado en la antigua Casa Rectoral de la villa de Grandas de Salime (capital del municipio), esta edificación fue rehabilitada para la ocasión, y el museo cuenta en la actualidad con una superficie de más de 3000 metros cuadrados.

Las áreas de exposición se dividen en tres edificios principales, que son un ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona: Casa Rectoral, Casa del Molinero y A Casoa. El repertorio material se centra en el modo de vida, y oficios y tradiciones rurales, y se ciñe fundamentalmente al occidente de Asturias, si bien hay muestras procedentes de otras zonas de Asturias, así como del resto de España y de Europa. Muchos y muy detallados son los espacios y ambientes que documentan la vida de antaño en este museo: Barbería, sastrería, cocina, hospitalillo, escuela, fábrica de gaseosas, zona con aperos de labranza, caza y pesca, madreñas, telar… y hasta una capilla con su cementerio. Además, en los espacios abiertos hay un molino, un hórreo, una panera, y un cabazo.

El museo organiza con frecuencia actividades y talleres, ideales para planes en familia.

El Museo Etnográfico de Grandas de Salime "Pepe el Ferreiro" ilustra nuestra foto de portada, cuyo autor es Mampiris.

El Museo Casa Natal del Marqués de Sargadelos, ubicado en Santa Eulalia de Oscos, y a tan solo 35 kilómetros del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, es un buen ejemplo de cómo hacer un recorrido etnográfico a través de los recuerdos de la vida de un gran industrial del hierro, que fue Antonio Raimundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos (1749-1809).

La casa natal de este insigne personaje es hoy un espacio expositivo dedicado a su vida y obra. Ibañez fue el creador, a finales del siglo XVIII, de una de las primeras fábricas de fundición de hierro colado y de loza de España.

La exposición museística destaca la vinculación del Marqués de Sargadelos con su tierra natal, en el occidente de Asturias, donde existió una importante industria de hierro forjado, cuya tradición ha llegado hasta la actualidad y donde la población está altamente sensibilizada en la conservación del patrimonio cultural autóctono.

La Casa Museo cuenta con aparatos de hilar, lareira (cocina), horno de pan, sala, miradores, hórreo, fragua, bodega, lavadero, corrada y sala de exposiciones. Y habitualmente es un equipamiento muy vivo que programa diferentes actividades. De hecho, es sede de numerosos talleres formativos de diferentes temáticas. 

Las Ayalgas de Silviella es una colección museográfica, que se encuentra en esta aldea del concejo de Belmonte de Miranda, a apenas 8 kilómetros de la capital del municipio, en una zona de gran belleza paisajística y natural.

Las Ayalgas de Silviella cuenta con más de 2.000 metros de exposición, dividida en varias salas, además de contar con servicio de recepción y cafetería, y todo en un edificio de valor histórico, dado que se trata de unos antiguos talleres y almacenes, obra del arquitecto Joaquín Vaquero Palacios, utilizados en la construcción del salto de Grandas de Salime y en la Central de Miranda en Las Lleras, en Belmonte de Miranda.

La Sala Central Principal de 1.000 metros cuadrados alberga la colección de vehículos y automoción, fragua y oficios del hierro, maquinaria agrícola, fábrica de gaseosas y diferentes piezas, motores y vehículos que han sido de primordial importancia en la vida rural de Asturias. La Sala Lateral Norte, de 300 metros cuadrados, alberga la colección de útiles cotidianos, pesas y medidas, pequeñas herramientas, un piano de cola inglés de 1850 de madera de palo de santo, colección de relojes antiguos, y los primeros útiles eléctricos (grabador, aspiradoras, teléfonos). La Sala Lateral Sur, de 300 metros cuadrados, alberga los molinos, un pisón de escanda, la sala de tortura, y una zona de útiles de cocina y herramienta de labranza representativos de Asturias. 

Una nota singular de Las Ayalgas, que cuenta con taller de restauración propio, es que cada una de las piezas de esta colección museográfica ha sido restauradas y todas funcionan. De hecho, en Las Ayalgas realizan exhibiciones habitualmente, tanto dentro del espacio expositivo, como en otros eventos. Además, Las Ayalgas de Silviella organiza a lo largo del año diferentes actividades culturales, entre ellas algunas recreaciones históricas.

El Museo Etnográfico y de Historia de Grau/Grado, fundado en 1982, actualmente cuenta con varias colecciones, que se distribuyen en tres sedes:

Villa ya Mercáu, ubicada en el Palacio Fontela, en el centro de la villa, donde se encuentra la oficina de turismo, y que trata sobre la historia de Grado, el mercado, la industria, la tradición comercial y la vida burguesa, con espacios como la tienda, el mercado, la barbería, etc. Además, cuenta con dos colecciones particulares: Historia de la Fotografía y Acordeones.

Llagar de sidra, situada en el Palacio de Miranda-Valdecarzana, también en el centro de la villa y actual Casa de Cultura, y contiene dos enormes llagares, uno de ellos con antiguas tallas, y otros objetos para la elaboración y consumo de sidra.

Colección de Cultura Tradicional y Colección de la Guerra Civil, ubicadas ambas en La Cardosa, a 500 metros del centro de la Villa de Grau/Grado. 

La de Cultura tradicional recoge un legado relativo sobre todo a la comarca centro-occidental asturiana y se estructura en varios espacios dedicados al pan (molinos, pisones), el hogar (cocina, dormitorios, vajilla), el espacio agrario y ganadero (erías, comunales, útiles, etc.), y los oficios tradicionales (fragua, telar, cestería, carpintería, alfarería, escuela, etc.)

La de la Guerra Civil cuenta, asimismo, con varios espacios donde se expone la historia de la Guerra Civil en Asturias y en Grado, la fortificación del terreno, además de los detalles e historias de los dos bandos. 

Ubicado en unos antiguos altos hornos de fundición - símbolo de la industrialización del concejo en el siglo XIX -, el Museo Etnográfico de Quirós muestra la forma de vida campesina en la zona, y como esta se fue transformando con el desarrollo de la actividad minera.

El museo narra la historia industrial de esta parte de Asturias, marcada por la llega de empresas extranjeras al concejo, además de la construcción de la carretera, los altos hornos y el ferrocarril. Una historia que se completa en la parte exterior del museo donde puede observarse el gran muro de contención que ampara la presencia de la base de uno de los hornos, así como de un complejo de galerías subterráneas por donde discurrían los mecanismos de funcionamiento de los hornos.

Amplia representación en diferentes espacios tiene la vida campesina, donde se traza el perfil socio-económico y cultural de esta colectividad a través de sonidos, imágenes, juegos y otras actividades.

Además, se recrea la casa campesina en tres plantas: la planta baja alberga las cuadras donde se guardan los animales, el llagar de sidra y la zona de oficios masculinos relacionados con la madera (madreñero, carpintero, cestero, etc.). El primer piso está destinado al modelo de familia, y sus esquemas de relación en el entorno rural, presentando una vivienda tradicional, además de mostrarse los trabajos campesinos y los oficios femeninos (lavandera, cocinera, modista, etc.). El segundo y último piso reproduce una típica romería quirosana, junto con una exposición de diferentes instrumentos musicales.

En el exterior hay algunas construcciones típicas de los pueblos: hórreo, fuente, abrevadero, lavadero, escuela, etc., además de juegos tradicionales como la rana, la llave o el cascayo.

El Museo Etnográfico del Oriente de Asturias se encuentra en Porrúa, en el concejo de Llanes, a tan solo cuatro kilómetros de la capital llanisca. Inaugurado en el año 2000, tiene su origen en la donación de las casas y finca de Llacín, realizada unos años antes por la familia Sordo, mexicanos procedentes de Porrúa.

Se trata de un conjunto arquitectónico de los siglos XVIII y XIX formado por dos viviendas y sus dependencias auxiliares. La zona expositiva reproduce la casa campesina tradicional, un lugar de vivienda y de trabajo, a lo que se añaden varias salas temáticas, con un total de 400 metros cuadrados de espacio etnográfico.

Los edificios del museo se encuentran en una finca de una hectárea de superficie, habilitada como parque público, con una amplia representación de árboles frutales y de bosque. Entre los árboles destaca la presencia monumental de un aguacate traído de México y plantado en 1906. El perímetro de su tronco en la actualidad es de 7 metros. Así que el entorno del museo es un lugar idóneo para el disfrute, tanto por las exposiciones temporales y otras actividades del Centro Cultural Llacín, como por las instalaciones deportivas e infantiles que permiten hacer de la visita una completa experiencia.

Además, el museo también programa visitas guiadas del entorno, como el Paseo del Agua o la Ruta Paisaje Cultural de Mañanga.

El Muséu del Pueblu d' Asturies fue creado en 1968, y está formado por un recinto de 30.000 metros cuadrados al que han sido trasladados tres edificios: la casa de los Valdés, del siglo XVII; la casa de los González de la Vega, donde se ubica el Museo de la Gaita, y el pabellón de Asturias en la Exposición Universal de Sevilla de 1992.

En el recinto hay hórreos y paneras de los siglos XVIII y XIX, y también varias boleras para jugar a las diferentes modalidades que existen en Asturias, una exposición de aperos agrícolas, una casa campesina de planta baja característica del centro de Asturias, y una charca, que es una reliquia del paisaje de marisma que antaño dominaba la desembocadura del río Piles.

El museo cuenta con una amplia colección de materiales etnográficos, documentos gráficos (grabados, litografías, dibujos), y una fonoteca de música asturiana.

En realidad, una visita al Muséu del Pueblu d’Asturies, tanto al interior de los edificios como al exterior es un gratísimo viaje al pasado de Asturias, tanto el más lejano como el reciente. Además, su amplia e impecable zona verde hará que te encuentres en un museo diferente, donde la naturaleza está muy presente.

¡7 museos etnográficos para un entretenido y didáctico viaje al pasado!