Atrás Un día en Teverga, desde la Prehistoria hasta los vaqueiros

2016-05-10 10:00:00.000

Sin ninguna duda, Teverga es uno de los concejos del Principado de Asturias que mayores encantos ofrece. Y cada vez suma más alicientes para ir en familia. La llegada de dos ejemplares de neo-uros, los antepasados salvajes de las vacas, al Parque de la Prehistoria de Teverga hace que la visita a este espacio sea obligada.

Nada como su espectacular entorno natural, donde se unen pasado y presente. Pero no sólo este equipamiento cultural hace que nos paremos en este concejo; su pasado y presente vaqueiro merecen también que detengamos nuestra mirada.

 

 

El Parque de la Prehistoria de Teverga

 

Aunque parezca mentira, el Parque de la Prehistoria es uno de esos lugares de Asturias que aún nos quedaba por conocer y realmente ha sido todo un descubrimiento. Primero, por su ubicación en un entorno maravilloso, donde puedes pasar el día con los niños e, incluso, comer en su zona de picnic; además, cuenta con tres edificios modernos pero completamente integrados en el paisaje. Eb el recorrido por los exteriores del Parque también puedes ver ciervos, gamos y caballos tarpanes, la última especie que se ha incorporado al cercado del equipamiento.

 

Accesos al Parque de la Prehistoria de Teverga

 

La sensación nada tiene que ver con estar en un museo al uso, sino que se trata de un gran parque con varias zonas, incluida área infantil al aire libre para que los niños jueguen.

 

Galería del Parque de la Prehistoria

 

El objetivo de este Parque no es otro que dar a conocer el arte Paleolítico Superior en Europa pero de una forma amena y puedo decir que a los niños les encantó, sobre todo el edificio de la Cueva de Cuevas, un recinto subterráneo que recrea el interior de las cavernas. Los niños se mostraron siempre sorprendidos al tener la sensación de estar en todo momento en cuevas de verdad, ya que son reproducciones a escala real de tres conjuntos de arte rupestre paleolítico europeo. Fue, sin duda, una de las cosas que más les sorprendió.

 

Parque de la Prehistoria de Teverga

 

Durante toda la visita, que es guiada, se puede acceder con carritos de bebés sin ningún tipo de problemas. Aunque se trata de un lugar subterráneo, el acceso se hace a través de rampas. Es conveniente llevarse algo de abrigo ya que la temperatura dentro está en torno a 13 grados centígrados.
 

 

Los neo-uros, una atracción entre animales prehistóricos

 

Otro de los alicientes que tiene el Parque de la Prehistoria de Teverga es el cercado de los animales, una enorme zona exterior en la que se puede ver a una pareja de caballos Przewalski, una especie de la que sólo existen 1500 ejemplares en todo el mundo, y dos bisontes europeos, también en peligro de extinción.

 

Caballos Przewalski

 

Es curioso, los niños están acostumbrados a ver animales en libros, medios de comunicación y en ciertos espacios, pero no se imaginaban cómo era un bisonte, desconocían por completo su aspecto y, verlos en directo, les hizo entender muchas de las pinturas rupestres que se pueden ver tanto en la Cueva de Cuevas como en la Galería, el edifico en el que podemos hacer un recorrido didáctico de la Prehistoria a través de textos, mapas, dibujos…

 

Parque de la Prehistoria

 

Pero sin duda, uno de los reclamos del cercado son los neo-uros, dos ejemplares procedentes, de Bélgica el macho, y de Atapuerca, la hembra, al que se suma un ejemplar nacido en el propio parque. Su aspecto se asemeja al de las vacas; de hecho, los uros son antepasados salvajes de las reses, extinguidos en el siglo XVII. Sin embargo, aunque haya cierto parecido, los neo-uros poseen ciertas características especiales, como el pelaje, que es oscuro aunque destaca una banda de pelo más claro que se extiende por el dorso hasta la cola. Quizás, lo que más llamó la atención a los niños fue el pelo claro entre los cuernos de uno de los ejemplares que recuerda al pelaje de los leones. En esta zona, que abarca gran parte del recinto, sólo hay que tener en cuenta que no se deben tocar las verjas, por la seguridad de los niños. En cualquier caso, todos los ejemplares se ven con facilidad, sobre todo los maravillosos caballos Przewalski.

 

Acceso al cercado de los animales del Parque

 

Las sillitas se pueden usar en todo el recinto, sólo hay que tener en cuenta una cuesta para llegar a la zona de los caballos y bisontes. Los niños disfrutaron de lo lindo de este paseo, observando estos peculiares animales que son parecidos a los que vemos en las pinturas de nuestros antecesores.

 

La Ruta Vaqueira


No podíamos irnos de Teverga sin conocer algunas de sus clásicas brañas. En realidad, existe una ruta muy conocida en la que se recorren en torno a 7 kilómetros que te van llevando a algunas de las más conocidas brañas de la zona.

 

Ruta vaqueira de Teverga

 

La ruta Vaqueira de Teverga debe su nombre a los famosos vaqueiros de Alzada, los ganaderos que en esta comarca siguen practicando la trashumancia, subiendo las reses a los puertos. Y aunque esta tradición pervive, antaño era común que estos ganaderos pasasen largas temporadas en los puertos y que viviesen en unas construcciones muy peculiares, los teitos.

 

Jugando durante el paseo por la ruta vaqueira de Teverga

 

Hacer la ruta es una excelente manera de conocer parte del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Las Ubiñas- La Mesa. Con los niños, lo mejor es hacer sólo parte de la ruta, es decir, un paseo que empieza en la braña de Tuiza y termina en la braña de El Rebellón, ya que todo el trayecto transcurre en pista y se puede ir con las sillitas sin problemas. La Braña de Tuiza, desde donde pudimos contemplar unas espectaculares vistas, está bien señalizada y a pocos metros, dispone de una zona para aparcar, aunque no es muy extensa. Una de las razones por las que recomiendo hacer solo una parte de la ruta con los niños es porque, el final de la senda, en el Puerto de San Lorenzo, hay que descender de nuevo a Tuiza por carretera.

 

Braña vaqueira en Teverga


Lo importante es disfrutar del entorno y conocer de cerca la cultura vaqueira a través de sus cabañas y teitos; algunos de ellos se encuentran todavía en muy buen estado y resulta muy curioso para los niños comprobar que sus cubiertas están hechas con material vegetal, generalmente de planta de escoba. Una forma perfecta de conocer otros tipos de viviendas tan distintas a las que estamos acostumbrados.
 

Texto y fotos: Carmen Osorio
 

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