Callos caseros a la asturiana

Ir a Imagen Callos caseros a la asturiana
Dónde
  • 12 kg de callos
  • 9 manos
  • 2 patas
  • 2 morros
  • 1/2 kg cebolla
  • 300 gr. jamón
  • 4-5 chorizos
  • 700 gr. cabecera cerdo
  • 3 cucharadas soperas de pimentón
  • Ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 0,75 litros aceite
  • 6 guindillas
  • 2 cucharadas soperas de sal al final

Limpiar la víspera. Se rasca la parte oscura de los callos, se limpian de grasa y se recortan los bordes. Las manos de cerdo se queman con fuego, para eliminar los pelos. Los morros de ternera, se recortan con tijera o cuchillo, para eliminar los pelos interiores. Las patas de ternera se pelan de piel y se deja solo el hueso. Según se limpian los callos, echar un chorro de vinagre al dejarlos en la pota, luego se sacan y se frotan con limón. Para acabar, se vuelven a echar en la pota, sumergiéndolos en agua, vinagre y cáscaras de limón toda la noche. En otra olla, las manos, las patas y los morros se sumergen en agua, limón y vinagre toda la noche.


Al día siguiente se aclaran en agua fría. Cocer los callos con agua, sal, cebolla 1 cabeza de ajo y laurel 50-65 min. Dependiendo del grosor, en la 2ª raya de la olla rápida. El agua de cocer el callo se tira. Cocer patas, morros y manos con los mismos ingredientes 45-50 min. Los callos se dejan templar y se trocean en cuadrados medianos. Las patas, morros y manos se cuelan para obtener la gelatina. Con los huesos hervir una 2ª vez 20 min. Para obtener más gelatina, para cuando se calienten los callos.
Hacer un sofrito con cebolla, aceite, cabecera de cerdo, chorizo y jamón, todo ello picado fino y agregar el pimentón al final cuidando que no se queme. Las manos y patas se deshuesan y deshacen y los morros se pican finos.
En el caldo de las manos cocemos los callos y más tarde al hervir suave agregamos las manos y morros. A continuación, se une el sofrito, dejándolo ligar todo suave 45 min. con las guindillas y la sal. Dejar enfriar y servirlos al día siguiente.

Comer mejor al día siguiente y preparar aceite con guindilla macerada aparte, para que el comensal agregue picante al gusto.