La Sierra del Sueve es un macizo calcáreo, que surge junto al mar, lo cual le confiere una gran singularidad, dando lugar a grandes contrastes.
En el sector más oriental, aparecen las pizarras, calizas y areniscas creando suaves valles formados por el paso de los ríos y que contrastan con el paisaje abrupto de la parte más oriental, en la que dominan las cuarcitas.
En la zona central, la caliza de montaña se transforma en las espectaculares dolinas o formas kársticas, que constituyen el rasgo morfológico de mayor interés de la Cordillera del Sueve.
A lo largo de casi toda la cordillera se pueden realizar excursiones de diferente dificultad, pero todas ellas protegidas de la enorme belleza de la zona. Y no será difícil toparse en el camino de las zonas altas, con algún ejemplar de asturcón.