Etapa 1: Llanes - Los Caleyos

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Km 0
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GR105.2 - Camín del Oriente - Etapa 1

Mapa
Etapa 1: Llanes - Los Caleyos
GPS: 43.40136435192299, -4.914329874737215

Llanes - Po - Piedra - Lledíes - El Toral - Rusecu - Vibañu - Los Caleyos

Llanes - Los Caleyos 19,2

Se inicia esta primera etapa del GR105.2 junto a la Basílica de Santa María del Conceyu, desde donde tenemos que dirigirnos hacia el oeste para llegar cerca de la torre del Palacio de los Valdés Posada, hoy transformada en casa de cultura. Dejando la torre a nuestra derecha debemos dirigirnos hacia la izquierda para llegar a la calle principal y en esta girar a la derecha y caminar hacia el oeste por el paseo, bajo la pérgola de plátanos. Se continúa por la carretera hasta encontrar a la izquierda la vía del tren, justo al lado del tanatorio. Aquí dejamos la carretera y cogemos el camino que sale a la derecha después de cruzar la vía del tren. Al poco tiempo hemos dejado atrás el núcleo de Llanes y nos encontramos rodeados de prados.

Paso a paso nos vamos acercando a la localidad de Po, pero no sin antes pasar junto al cementerio y en la siguiente encrucijada girar a la derecha para dirigirnos hacia la Iglesia, por la que se cruza dejándola a nuestra derecha. Posteriormente se coge la carretera en sentido sur (izquierda), y volvemos a encontrarnos con otro de los muchos cruces de Po. En este se gira a la derecha, obviando el siguiente de la derecha y cogiendo en el siguiente cruce el de la izquierda, que transcurre entre una pared de piedra de cerca de 2,5 metros y una casa, viendo al fondo otra pintada de amarillo. Al llegar a esta vemos una casa en medio de dos caminos asfaltados, con un árbol casi pegado a ella y en la esquina una farola, se debe ir por el camino de más arriba dejando la casa con el árbol y la farola a la derecha. Este camino nos conduce a una explanada donde existe al fonde y enfrente un abrevadero, pegado a su parte izquierda sale un camino de tierra (caleya) por el que tenemos que ir, e inmediatamente después coger el camino de la derecha que nos vuelve a conducir a una carretera, que seguimos por la derecha y nos lleva junto a una explanada, donde hay una columna de la luz de hormigón y detrás una carretera con una pared de piedra de cerca de un metro.

Aquí se abandona la localidad de Po y se coge la carretera hacia la izquierda, la cual se dirige hacia las vías del tren, que tenemos frente a nosotros y que pasamos por un túnel por debajo de ellas. Nada más cruzar el puente vemos que el camino está flanqueado por grandes paredes de piedra a izquierda y derech, y seguimos de frente en el próximo cruce, caminando entre las dos paredes. Se continúa por el camino y en el siguiente cruce se sigue de frente, si girásemos a la izquierda pasaríamos por debajo de la autopista. Más adelante existe una bifurcación de tres caminos, la ruta continúa por el de la izquierda, que cruza sobre la vía del tren y que poco después pasa por un puente por encima de la autopista. Más adelante existe una bifurcación de tres caminos, la ruta continúa por el de la izquierda, que cruza sobre la vía del tren y que poco después pasa por un puente por encima de la autopista. Aquí vemos que salen tres caminos, uno ancho a la derecha y dos caminos a mano izquierda, uno estrecho y otro más ancho. Se puede coger cualquiera de los dos caminos de la izquierda, pero lo más recomendable es seguir por el camino ancho hasta volver a encontrar el camino que habíamos dejado y que pasa por debajo de la autopista. Aquí sale un camino a la derecha que se dirige hacia el monte. Durante este trecho vemos enfrente de nosotros las estribaciones de la peña Llabres con sus antenas recortadas sobre el cielo.

Al llegar a la carretera se gira a la derecha para luego girar a la izquierda e introducirnos en un pequeño castañedo, desde este momento los eucaliptos y castaños irán acompañándonos durante casi todo el trayecto. Estamos introduciéndonos en la zona de Las Mañangas. Siguiendo por el camino tenemos a la izquierda una vista de las explotaciones agrarias de la zona, donde los prados se encuentran salpicados por pequeñas masas de eucaliptos y la aldea de Porrúa. Continuamos hasta encontrar una nave con un letrero que indica a Carabascones, en una encrucijada de caminos, aquí se continúa por la pista de la derecha que se dirige hacia el sur acercándose a la base del Mazuco, que se puede identificar por las antenas que destacan en su cumbre. Siguiendo siempre por la pista principal que se dirige hacia el sur y rodeada de eucaliptos unas veces, prados y pastos otras, se llega a un cruce donde las dos desviaciones existentes rodean un prado, que al final tiene un pequeño eucaliptal. Aquí se debe continuar por la pista de la derecha, que es la que tiene el mejor firme y que nos conduce, ya muy cerca de la falda del monte, a una pista donde existen dos señales de tráfico encima de una pared de piedra, justo en la confluencia de esta pista con otra, que la cruza perpendicularmente. Se debe cruzar la pista y continuar hacia el sur, aquí el camino discurre por un pequeño bosque de ribera, junto al arroyo de La Bola, de fina arena blanca que la mayor parte de tiempo está seco. Es a partir de este momento cuando el camino gira tomando dirección oeste y nos encontramos con el barro que nos acompañará durante muchos tramos del trayecto.

Cuando se llega al siguiente cruce se puede coger cualquiera de los dos opciones existentes, pero es más recomendable (tiene mucho menos barro y solo es ligeramente más largo) coger el de la derecha, que cruza el arroyo junto a un tronco que lo atraviesa y gira levemente hacia el norte. Continuando por él se llega a un pequeño cruce, aquí se continúa por la izquierda, donde el camino está flanqueado a la derecha por eucaliptos (algunos de los cuales tienen una flecha pintada). A la mitad del eucaliptal sale un cruce a la izquierda que se introduce en un claro y que vuelve a retomar la dirección oeste, se debe continuar por este camino que nos conduce entre eucaliptos junto a otra de las innumerables bifurcaciones de esta senda, donde existe enfrente un prado con una edificación, la ruta continua por la desviación de la derecha que desciende un poco y que vuelve a cruzar el arroyo. Siguiendo por ella e ignorando el primer cruce que se encuentra a la izquierda, se pasa junto a un prado donde existe una bella casa, para encontrar una nueva encrucijada, lugar desde el que se puede contemplar algunas casas imbricadas entre las peñas, la pradera y los árboles.

En este cruce se coge el camino de la izquierda, que discurre frente a la aldea de Piedra y se dirige hacia las estribaciones de la sierra de Llabres, poco después sale a la derecha una pequeña senda que desciende y que se ignora para continuar de frente, por la principal y de mejor firme. Al poco trecho esta empieza a descender y se dirige ligeramente a la derecha, flanqueada a este lado por un prado. Prosigue en dirección sur introduciéndose en una zona fuertemente arbolada para cruzar un pequeño puente sobre el arroyo de La Bola, después de cruzarlo existe un cruce donde hay un gran árbol con un fuerte abultamiento en el nacimiento de las ramas. Es en este lugar donde confluyen los dos caminos y discurre pegado a la sierra claramente hacia el oeste.

Se sigue por el camino y se ignora el primer cruce, pero en el siguiente se debe abandonar el camino que llevábamos, que sigue de frente, para coger el camino que aparece perpendicularmente a la izquierda, y que nos conduce a un nuevo cruce. Aquí el camino de la derecha conduce a la aldea de Lledíes, mientras que el de la izquierda continúa la ruta pegado a la ladera y que se encuentra totalmente cerrado por la vegetación, invitando a coger el de la izquierda y continuar por la pradería. Como se dice, se debe ir llevando la pradera y el pueblo a la derecha junto a la pared, hasta que el camino sea transitable. Una vez de vuelta al camino e ignorando los cruces que salen a la derecha, transcurre entre árboles hasta salir a una zona abierta rocosa.

Donde los árboles terminan se gira a la izquierda, dirigiéndose claramente hacia el monte durante escasísimos metros, aquí se encuentra una portilla, unas veces con alambre de espinos otras con ramas, y que se debe atravesar. Una vez cruzada la verja o portilla se gira inmediatamente a la derecha y se coge una senda de montaña, que discurre junto a las estribaciones de Peña Llabres e introduciéndose en la pequeña vaguada que está a los pies de la aldea de El Toral, cuyas casas se pueden contemplar. Después del fin de la senda el camino se transforma en una mala pista por en medio de un pequeño bosque hasta llegar junto a una cabaña, situada a la izquierda del mismo. Aquí enfrente de la cabaña sale una senda que trepa un poco por el margen izquierdo y que al poco tiempo llega a la aldea de El Toral. Aquí, después de pasar las casas, se encuentra una carretera que se coge en el sentido izquierdo y conduce a la aldea de Rusecu.

Textos: Antonio Alba Moratilla