Etapa 2: Poncebos - Vega de Comeya

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GR202 - Ruta de la Reconquista - Etapa 2

Mapa
Etapa 2: Poncebos - Vega de Comeya
GPS: 43.25462919587853, -4.836938490632544

Poncebos - Vega de Comeya (Lago Enol)

Poncebos - Vega de Comeya 17,7

Al llegar a la carretera la ruta gira a la izquierda compartiendo camino con la ruta del Cares, ascendiendo durante un corto trecho hasta el collado de la Jaya, donde iniciamos un descenso y proseguimos con la ruta, que avanza tallada en las paredes verticales por encima del río Cares ajustándose a las rugosidades de las laderas que están surcadas por pequeños arroyos. Avanzamos por un territorio donde la vegetación empieza a escasear y los procesos erosivos son los protagonistas. Conos de deyección y canchales de piedras se acumulan en las laderas hasta alcanzar el cauce del río de color esmeralda, como así lo describió Lueje. Pronto llegamos a la casería de la Viña, que nos queda a la izquierda, lugar donde desemboca la canal de La Raya que procede de Ostón. Mientras, en la vertiente opuesta se dibuja la canal de Sabugo.

Nos encontramos en la majada de Culiembru que siglos atrás estuvo habitada, según un texto estudiado por Guillermo Mañana Vázquez, procedente de un manuscrito para el Diccionario Histórico de Asturias de Martínez Marina, en el que da fe en el año 1801. También consta que en el año 1757, tras permanecer unos años escondida en unos árboles por los pastores, la imagen de San Julián, bajo cuya advocación estaba su iglesia, fue trasladada a Camarmeña y allí permanece, junto a la sepultura del obispo ermitaño Francisco Ardavín, que era natural de Villaviciosa.

En este lugar abandonamos la ruta del Cares para coger un camino que sale a la derecha y que pasa por encima de la canal. Nada más pasarla nos encontramos con una fuente en una zona poblada de nogales donde debemos llenar las cantimploras, ya que es muy posible que no volvamos a encontrar agua hasta la majada de Arnaedo. A partir de este punto el camino inicia un fuerte ascenso que pronto deja los nogales por debajo nuestro pasando junto a la fuente de la Gonzonera (puede no tener agua) y dirigirnos hacia el embudo de la derecha para llegar a Posadoiro; llamado así por ser el lugar donde los vecinos paraban para tomar fuerzas y remontar los duros repechos de la canal de Culiembru.

En este punto tenemos a la derecha la cueva del Posadoiro en medio de la pared, cuyo acceso se hace a través de un camino construido sobre un muro de piedra. Poco a poco se va ascendiendo dando múltiples revueltas por la estrecha canal y donde merece la pena hacer un alto para contemplar al otro lado el camino del Pandu Culiembru, la canal de Piedra Bellida y el collado de Cerreo, por donde se supone huyeron los árabes hacia Cantabria. Reanudada la marcha se llega al fondo de la canal, donde el embudo se abre y la ruta da un giro a la derecha para llegar poco después a las praderías donde se asienta la majada de Ostón.

Ostón era un lugar habitado antes del siglo XVII. Figuraba un censo de nueve vecinos que repartían los terrenos y arrendaban a particulares. Posteriormente quedó despoblado, pasando a poder de la casa de Los Cebos de Bulnes, o heredados por los vecinos; según algunas sentencias judiciales de la época. La Majada de Ostón sita en un incomparable lugar con sus cabañas construidas en una especie de peña sobre el impresionante desfiladero del Cares. Está asentada en una terraza o rellano con una elegante proa, llamada la Pica de Ostón. Muy cerca hay una fuente, pero no se encuentra en Ostón sino en Valdelafuente, a unos 7 minutos de la majada, a la derecha de la misma y a la que llegamos siguiendo las sendas del ganado. La ruta continúa dejando las cabañas a nuestra espalda y pegada a la pared de piedra de la derecha, cuando esta da un brusco giro a la derecha, debemos girar con ella introduciéndonos en un pequeño valle que tiene una cabaña derruida, al llegar a ella volvemos a girar a la izquierda para dirigirnos a la ladera que tenemos enfrente y una vez en ella volver a girar a la izquierda y ascender por una zona de pradera donde se intercalan pedreras, recorriendo el valle de La Texa hacia el collado, desde donde tenemos una excepcional vista del camino que hemos recorrido con el macizo central al fondo.

Nada más pasar el collado junto a un pequeño abrevadero se abre a nuestros ojos la explanada de los Corros y Vega Maor, con un pequeño montículo en medio, con corros de piedra y cabañas pastoriles, muchas de las cuales están en estado ruinoso; y al fondo los Collados de Camplengo, a la derecha, y de Sierra Buena, hacia el que nos tenemos que dirigir. Nada más introducirnos en ella tenemos a la derecha una pequeña lagunilla. Seguimos de frente hacia el montículo que se encuentra en medio de la vega. Una vez pasado este y las cabañas nos dirigimos hacia el collado de la izquierda pasando junto al Pozo de losTexos. El Pozo de los Texos fue explorado por primera vez en 1963 por el Oxford University Cave Club y después por OJE y GE Palermo en el 73. Posteriormente un grupo de Barcelona, la SIE, logró enlazarlo con el Pozo Cabeza Muxa, al que le dieron 907 metros de profundidad y con dirección hacia Culiembru, cerca del Cares. El sumidero fue explorado por el Northern Pennine Club (UK) en 1988, que bucearon a una profundidad de 28 m. Está confirmada la conexión del sistema Texos-Cueres-Muxa-Culiembru.  - Información sacada de la web Grupo de Espeleología Gorfolí.

Una vez llegados al collado de Sierra Buena, flanqueado por la izquierda por Cabeza La Xatera (1.503 m) y por la derecha por Cabeza Cayarga (1.528 m), es un privilegiado mirador para poder admirar las numerosas cumbres de Los Llerosos. Aparece ante nuestros ojos un paisaje más suave donde la piedra caliza sobresale sobre el verdor de los prados y brézales, y al fondo la sierra del Cuera, antesala del Mar Cantábrico. Descendemos por el estrecho sendero en busca de los amplios prados de la majada de Arnaedo, pasando junto a un abrevadero en el fondo de la majada, al pie de la ladera.

Un poco antes de llegar a las cabañas podemos refrescarnos en el agua de la fuente que nos encontramos a la derecha, junto a unas peñas. Una vez pasadas las cabañas giramos a la derecha para pasar junto a una pequeña escotadura en el cantón de rocas. Justamente aquí observamos una grabación en una peña que data del año 1890, a nombre del pastor Aurelio Fernández Sueros. Se continúa por la pradera hacia el este para bordear el pico de nuestra izquierda y continuar hacia un collado encima de la majada de Parres.

En este collado tenemos dos opciones para continuar con la ruta, una consiste en bajar por el estrecho valle de la izquierda y la otra es continuar por la derecha hacia las cabañas de Parres y atravesar la peña caliza, donde se junta con la otra alternativa. Desde aquí continuamos hacia el norte en busca de la majada de las Mantegas.

Atravesamos la majada pasando junto a mangas ganaderas, usadas para cerrar el ganado, e introducirnos en el Jorcau del Cantón a los pies del Cantón de Texeu.

En medio del estrechamiento sale un camino a la izquierda, que es por el que tenemos que ir. Se desciende fuertemente hacia las Llampazas primero y luego a la Vega de Comeya.

Textos: Antonio Alba Moratillas (Editorial Prames)