Atrás Surf en Asturias: entre historias de noveles, Nobeles y altitudes de vértigo

Surf en Asturias: entre historias de noveles, Nobeles y altitudes de vértigo
Una ruta del surf por toda Asturias, destacando la singularidades del paisaje y la historia de algunos lugares.
El surf en Asturias es siempre un privilegio no solo por la calidad de la ola y las bondades de las muchas playas donde se puede practicar este ecológico deporte, sino porque cada lugar esconde historias de lo más variado: surfistas noveles y sus aventuras, los premios Nobel que se han enamorado de la costa asturiana, y por supuesto las altitudes de vértigo – las de los Picos de Europa – que se vislumbran desde la cresta de la ola…
Que el surf es un movimiento y un estilo de vida al alza en Asturias es un hecho contrastado. En toda la costa – son trescientos cuarenta y cinco kilómetros – proliferan las escuelas de surf, y es muy habitual avistar en cualquier época del año, especialmente durante la primavera y el verano, decenas de noveles y experimentados surfistas, que se entremezclan con su vistosa indumentaria creando una verdadera coreografía acuática, en la que conviven los pinitos de los niños y adultos que comienzan a familiarizarse con el mundo de las olas y las espumas, con las piruetas y el equilibrio espectacular de los más expertos. La mar se inunda de color, y el salitre y el yodo son el alimento de centenares de “surfers” que recorren la costa asturiana buscando la ola soñada…
Desde hace unos años se han incorporado a este paisaje con figuras marinas, una especie de “cristos” que caminan sobre las aguas… Pues bien, no es un fenómeno bíblico, viene más bien de Hawai, es la actividad de moda: el paddle-surf, practicada por los “profes” de surf para observar la evolución de sus alumnos, y también por los amantes de las olas, y lo cierto es que Asturias resulta un verdadero paraíso para esta práctica.
Dieciocho son los pueblos marineros de Asturias, y sus playas se multiplican, y todas tienen resonancias surferas, aunque evidentemente unas más que otras. Si hubiera que trazar una “ruta surfera” en Asturias nombres como Tapia de Casariego, Luarca, Salinas (Avilés), Gijón, Rodiles (Villaviciosa), La Espasa (Caravia), Ribadesella o Llanes no pueden faltar. Además, como curiosidad cultural, se da la circunstancia de que en el occidente y centro de Asturias, los mismos lugares y playas que “encadilan” a miles de “surfers” de todo el mundo, enamoraron en su momento a premios Nobel tan significativos como Santiago Ramón y Cajal, que pasaba sus veranos en Salinas, o Severo Ochoa, nacido en Luarca, o el poeta Seamus Heaney, también enamorado de Salinas…
Así que perderte por estos senderos de aguas y espumas del surf será una experiencia más que gratificante. No olvides que en Semana Santa tu cita ineludible está en el Open Internacional de Surf de Tapia de Casariego.
En el verano no te puedes perder el Festival Internacional Longboard en Salinas la última semana de julio, - que además es Fiesta de Interés Turístico -, o el Surf Music & Friends también en Salinas.
Surf en Asturias, de cresta en cresta
Cierto es también que el surf en Asturias es toda una aventura que hace que los aficionados a este deporte, sobre todo cuando surfean por la comarca oriental, se topen ante sus ojos, con rotunda evidencia - especialmente en los días despejados -, la visión de las “moles” rocosas de los Picos de Europa, muchas de las cuales rondan o sobrepasan los dos mil metros de altitud. Un espectáculo único en Europa Occidental, donde en pocos lugares se “cogen” olas casi al pie de montañas de vértigo… En realidad, mi sueño de “surfer”, y creo que el de muchos otros sería surfear de cresta en cresta, desde la de una poderosa ola en San Antolín de Bedón, tan perfecta y tan fuerte que me llevase directamente a las calizas crestas de cualquier cumbre del macizo central de los Picos de Europa…

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