La actividad consiste en una ruta de senderismo - cuyo nivel es asequible a todos los públicos -, que combina la interpretación de la naturaleza y el entorno rural con un guía especializado, con la recogida de flores y plantas autóctonas, con el fin de usar esta materia en un taller de cocina posterior.
La ruta que se realiza habitualmente es la de La Focella-Cascada del Xiblu, y en ella se han definido quince elementos a localizar (ortigas, prímulas,sauco, etc.), fácilmente identificables y algunos típicos de la primavera en Asturias.
Así que listado en mano y bien dispuestos a usar todos los sentidos – vista, tacto, olfato, gusto y hasta oído (para escuchar al guía) -, los participantes se ponen ‘manos a la obra', provistos de un kit con guantes y bolsa, en la que recogen los futuros ingredientes de las recetas que realizarán en la segunda fase de esta actividad. La ruta dura tres horas aproximadamente y transcurre durante la mañana.
Por la tarde, al pie de los fogones se elaboran doce suculentas recetas, tomando como base los ingredientes naturales recogidos en la ruta y siempre tutelados por especialistas en la cocina tradicional asturiana. En el taller los participantes reciben gorro, delantal y recetario, para convertirse así en ‘gourmets' por un día.