Astúrias é mar e montanha, verde e azul. Hoje vamos falar de seis vilas da região com um charme adicional: o de contemplar o Mar Cantábrico. De oeste a leste, essas pequenas vilas são um exemplo do que a costa pode oferecer aos visitantes.
Si Asturias es mar y montaña, verde y azul, hoy os vamos a hablar de seis pueblos de la región con un encanto añadido: el de mirar hacia el Cantábrico. Del Occidente al Oriente, estos pequeños pueblos son una muestra de lo que la costa puede ofrecer al visitante (y otro día os hablaremos de playas).
Puerto de Vega
Un pequeño monumento formado por dos costillas de este descomunal animal marino, ese es el recuerdo de la importancia que tuvo la industria ballenera en Puerto de Vega, presente hasta el siglo XVII.
Aunque el colosal cetáceo dejó de ser una vista frecuente en el Mar Cantábrico, el pueblo continuó dependiendo de la pesca y hasta una decena de conserveras llegaron a prosperar en esta localidad del concejo de Navia. La actividad, aunque a menor escala, se puede seguir contemplando hoy en día en la Lonja, que abre sus puertas a la venta de pescado tres veces a la semana.
Aquí reposó en sus últimos días el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos y aquí reposan aún, entre salida y salida a la mar, las pocas embarcaciones que aún se dedican a la pesca. Puerto de Vega se sigue definiendo por el mar y este es el que atrae al turismo que recorre sus callejuelas bordeadas de blancas casas.
En Puerto de Vega, blancas y humildes moradas marineras conviven con opulentas mansiones nobles, con casas de indianos y fincas a la vista del mar.
Recomendación para comer en Puerto de Vega:
Descarta por una vez las vistas al puerto pesquero y te enamorarás de la “gastrocknomía” del Mesón el Centro (Plaza Cupido), un pequeño restaurante (no te confíes, llama al 985 64 85 67 para hacer reserva) especializado en clásicos de la mar con toques innovadores.
Luarca/Ḷḷuarca
La villa blanca de la costa verde tiene un muelle (así llaman los locales al puerto) que se expande en una gran elipse bordeada por casitas escalonadas en la falda del monte. Antes del muelle y desde el Barrio Nuevo, un paseo fluvial nos hace llegar a él con la posibilidad de cruzar varios puentes, incluyendo el romántico Puente del Beso.
Rodeada de casas de indianos, de emigrantes que marcharon a hacer las Américas y que encontraron la fortuna en aquellas lejanas tierras, a Luarca se la aprecia mejor desde lo alto, desde cualquiera de los rincones de la carretera que sube hasta el faro.
Poco antes de llegar a él, se encuentra uno de los cementerios que cuenta con, probablemente, una de las mejores vistas del mundo y en el que reposan los restos del Premio Nobel español Severo Ochoa.
Recomendación para tomar algo en Luarca/Ḷḷuarca:
Hacia el final del Paseo del Muelle, la terraza del Restaurante Miramar ofrece unas vistas de altura hacia el muelle y la entrada al mismo.
Cudillero
Es, desde hace años, la visita indispensable si sólo tienes tiempo para ver un pueblo costero en Asturias (aunque es recomendable planificar mejor la agenda para que esto no llegue a ocurrir).
Cudillero es el ejemplo perfecto de lo que son la mayoría de los pueblos marineros asturianos, un pequeño puerto en torno al cual se agrupan las casas de los habitantes en la falda de una colina.
Siendo la orografía de Asturias como es, olvidad las zonas llanas, pues las viviendas se montan unas encima de otras, buscando -en la obligada verticalidad- el espacio para instalarse cerca del mar.
Lluanco/Luanco
Contradiciendo lo que he dicho antes de Cudillero, o confirmándolo como excepción, Lluanco/Luanco es pesquero, marinero y prácticamente llano.
Luanco se extiende a lo largo de dos playas y un puerto pesquero y se prolonga en el horizonte hasta un puerto deportivo. Tras esa larga fachada marítima se encuentran edificios como el Museo Marítimo (uno de los museos más antiguos de Asturias) y la curiosa Torre del Reloj.
Curiosa es también la Iglesia de Santa María, que se asoma al mar pero mira hacia el interior de la villa marinera, de donde proceden los fieles que rinden culto al Cristo del Socorro y a la Virgen de El Carmen.
Precisamente en Semana Santa se celebra una de las procesiones más curiosas del norte de España, la de la Venia, cuando las imágenes del Cristo y de la Virgen se reúnen en la playa, tras haber sido separadas en diferentes capillas, y se produce la emotiva ceremonia del abanderado, que ha de ejecutarse con rigurosa perfección para evitar un año aciago.
Llastres
Llastres es casi el Cudillero del Oriente o Cudillero es casi el Llastres del Occidente, según a quién le preguntemos. Ambas villas comparten esa característica tan asturiana de buscar el espacio habitable lo más cerca del mar, aunque eso suponga que las casa se construyan casi unas encima de otras, limitadas por la inclinación de la falda de la montaña.
De esa manera se obtienen, para el visitante, imágenes más que de postal, de película. O de serie de televisión, pues Llastres fue el escenario del rodaje de “Doctor Mateo”, una serie de Antena 3 en la que al pueblo real se le puso el nombre ficticio de San Martín del Sella.
Una de las dos mejores panorámicas de Llastres se encuentra en el extremo de su puerto, donde libre la vista de las embarcaciones, que fondean unos metros atrás, tenemos una vista clara de las casas apelotonadas frente a nosotros.
La otra, desde el Mirador de San Roque, nos sorprende por la claridad con la que se ve la literalidad de que Asturias es mar y montaña, pues desde la fachada marina de Llastres la mirada llega, sin esforzarse mucho, hasta la Sierra del Sueve.
Recomendación para comer de lujo cerca de Lastres:
A media hora de coche desde Llastres, en una casona enclavada en un paisaje rural, encontramos un restaurante no con una, sino con dos estrellas Michelin: Casa Marcial [La Salgar, 10, Tlf. 985840991]. Si nos queremos dar un lujo, la cocina del chef Nacho Manzano se lo merece indiscutiblemente.
Llanes
Villa marinera y cinematográfica, Llanes cuenta con un casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico con restos de murallas medievales, edificios nobles y casas de indianos. Este conjunto alterna con elementos modernos, tan modernos como 'Los Cubos de la Memoria' de Agustín Ibarrola, en la escollera del puerto.
Probablemente la estrella del litoral más oriental de Asturias, el municipio de Llanes cuenta con unas treinta playas, casi una por cada kilómetro de extensión del mismo. En ese número se incluyen dos (la de Gulpiyuri y Cobijeru) con la peculiaridad de que ambas son interiores, pues las separa del mar un acantilado y el agua que las alimenta llega por los huecos que lo atraviesan.
Pero, dije al principio que de playas hablaría otro día, así que en Llanes voy a destacar lo opuesto: las montañas, que se pueden ver muy cercanas y altas incluso cuando estamos paseando por la arena, a la orilla del mar.
Recomendación para comer en Llanes:
El Comedor de la Escuela de Hostelería de Llanes (en el Instituto de la localidad, c/Celso Amieva, 11) ofrece un estudiado menú de dos platos con postre y vino por sólo 9.-€ (Reserva previa en el tfno 985401118)
Y es que Asturias, que no se entiende sin su costa, tiene muy cerca a las montañas. Por eso, cuando estés recorriendo Puerto de Vega, Ḷḷuarca, Cudillero, Lluanco/Luanco, Llastres o Llanes, si tu mirada busca el horizonte del interior, no llegará muy lejos antes de tropezarse con un monte.
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