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12 pueblos marineros muy salados en Asturias
La costa asturiana te ofrece un conjunto de parajes y pueblos sin parangón. En este viaje te llevamos a 12 de estas villas marineras.
La costa asturiana bien podría denominarse algo así como la costa de la belleza, porque es un conjunto de parajes y pueblos sin parangón. Sabores, ambiente, espumas, olas, brisas, paisajes… Todo esto, y mucho más que descubrirás, hace de la costa asturiana un lugar especial en el mundo.
Hoy te damos un paseo por 12 pueblos marineros muy salados en Asturias.
¡Te van a encantar!
El Porto/Viávelez, para inspirar novelas de amor
Como nada ocurre por casualidad, no es casual que la más notable escritora de novelas románticas en lengua castellana sea de El Porto/Viávelez. Y es que esta coqueta y recóndita villa marinera parece dibujada con mimo por las palabras de Corin Tellado, la más conocida de sus Hijas Predilectas.
El Porto/Viávelez (El Franco) es un secreto bien guardado, dispuesto a ser descubierto en cada visita. Preciosas sus calles, sus casas y su puerto (con cetárea incluida). También merece la pena que te asomes a sus miradores, donde no sólo tendrás una vista panorámica del pueblo, sino de la costa occidental de Asturias.
El Porto/Viavélez ©Alex Badía
Paz y tranquilidad son dos características de la vida cotidiana de este enclave que antaño tuvo astillero, y fue un importante puerto ballenero.
Y por supuesto, para continuar relajándote puedes hacer una escapada a la cercana playa de Porcía, un espectacular enclave de arenas doradas y aguas tranquilas.
Así que ya sabes… ¡Ven a El Porto/Viávelez y enamórate!
Puerto de Vega, la tierra de los percebes
Los percebes de Puerto de Vega tienen fama en medio mundo, y si llegas a probarlos, entenderás por qué. Son un manjar divino, tan divino como este pueblo marinero de inusitada belleza y de rica Historia.
Ubicado en el concejo de Navia, encarna el puro romanticismo de la costa occidental asturiana, y por esta razón ha sido fuente de inspiración para muchos artistas, además de ser el lugar donde terminó sus días el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos.
Puerto de Vega ©Camilo Alonso
Allí te encontrarás grandes quintas indianas con bellos jardines, casas-palacio, así como arquitectura tradicional asturiana al más puro estilo rural. Sin olvidar la estampa de la flota atracada en el puerto, y el encanto de las casas de pescadores.
Muy ambientado, te ofrece diversos sitios para degustar la mejor cocina marinera, a la par que tendrás la opción de visitar su rula de pescadores. Y si te gustan los museos, puedes acercarte al Museo Etnográfico Juan Pérez Villamil.
¡Puerto de Vega es la villa de los mil sabores y colores!
Castropol, las alfombras de flores al pie de la ría del Eo
Castropol es una de las perlas asturianas del Eo, junto con la vecina Figueras.
Perteneciente al concejo del mismo nombre, luce señorial en un promontorio escalonado que desemboca en la imponente ría del Eo.
Castropol ©Gonzalo Azumendi
Esta villa ilustre es la noble frontera entre dos territorios afines, y sus calles, que cada año se engalanan con alfombras florales - coincidiendo con la festividad del Corpus -, son una muestra del interesante Casco Histórico castropolense en el que contemplarás tanto arquitectura civil como religiosa, datada en los últimos tres o cuatro siglos. Palacios y casas blasonadas, capillas, iglesias, plazas, parques… Todo en Castropol te llevará a un pasado de gloria y esplendor.
Aroma marinero en sus fogones y vocación náutica a orillas de la ría del Eo, Castropol es famosa por sus vistas, por sus ostras, por sus gentes, por sus leyendas, y por su afición a todo tipo de deportes fluviales y marítimos.
¡Castropol es una joya bañada por el Eo!
Cudillero, la patria mágica del curadillo
Cudillero, también conocido como la villa pixueta, en alusión a su histórica lengua propia, es uno de esos lugares con magia. Una magia que sentirás en cada rincón, en cada calle, en cada casa, o en su faro.
Capital del concejo del mismo nombre, es diferente a cualquier otra villa marinera que ronde tu imaginación, sobre todo por su ubicación estratégica, que la esconde casi completamente por tierra, mar y aire.
Cudillero ©Mampiris
Y luego está su conocido y admirado anfiteatro, con las casas de los pescadores pintadas de vivos y variados colores, y donde es posible encontrar aún los curadillos, pequeños escualos que se cuelgan a la puerta de la vivienda, para que vayan secando al aire libre, y se conviertan en un nutritivo manjar para la familia.
Como verás, Cudillero es exponente de buena cocina marinera y gran ambiente, y en su entorno contemplarás arquitectura indiana o palacios de corte versallesco, como el de los Selgas en El Pito.
Es muy recomendable, además, que te pierdas por sus calles y miradores, desde los que tendrás espectaculares vistas.
¡En realidad, descubrirás un nuevo concepto de magia en Cudillero!
Tapia, las mejores olas para surfear
Una historia sobre Tapia podría titularse “Entre ballenas y olas”, y es que esta villa, antaño ballenera, es conocida mundialmente hoy en día por sus olas para surfear.
Pero Tapia es mucho más que una meca del surf. Atesora una rica Historia, que es visible en su arquitectura, que combina palacios y casas señoriales, con viviendas marineras y vestigios de industria conservera.
Tapia ©Gonzalo Azumendi
Sus ambientadas calles acogen numerosos restaurantes y bares con suculenta cocina marinera, y la panorámica de sus puertos – deportivo y pesquero -, con sus barcos atracados, es una estampa única, que se completa con el faro de la isla (el único de Asturias que está ubicado en un islote).
Tapia requiere calma, para pasear por sus barrios y sus playas, siendo una de las más bellas y ‘surferas’ la de Anguileiro, y también para contemplar la inmensidad cambiante del Cantábrico desde el mirador de Os Cañóis.
Y si te apetece conocer un poco más de la vida tapiega, siempre puedes ver la exposición “Los señores de las Casas Palacio”, ubicada en la Casa de Cultura de esta villa, que entre otra curiosidades en su histórico bagaje figura la de ser el puerto por el que se introdujo el maíz en Europa.
¡Surfea Tapia y disfrutarás de lo lindo!
Ḷḷuarca/Luarca, tierra de jardines y Premios Nobel
Ḷḷuarca/Luarca ha sido denominada tradicionalmente la villa blanca de la costa verde, precisamente por ser el blanco el tono predominante de sus edificaciones.
Con reminiscencias de leyendas de piratas e historias de amor, plasmadas arquitectónicamente en el puente del Beso, esta villa está repleta de lugares únicos como el faro, la ermita de La Blanca, la Mesa de Mareantes o el cementerio, que figura en el ranking de los más bellos de España, y que cuenta entre sus ilustres moradores con el Premio Nobel de Medicina, Severo Ochoa.
Ḷḷuarca/Luarca ©Gonzalo Azumendi
Las calles de Ḷḷuarca/Luarca son siempre un espectáculo de ambiente y de luz, de peregrinos jacobeos que hacen el Camino de la Costa, o de amantes de la buena mesa que degustan la mejor cocina en los restaurantes y bares de la villa.
Además, desde hace algunos años, esta villa se ha convertido en referencia internacional para los viajeros aficionados a la botánica, dado que sus afamados Jardines de la Fonte Baixa son uno de los espacios botánicos más notables del continente europeo, además de poseer una de las colecciones de arte al aire libre más importantes de España.
También te encantará conocer los alrededores de Ḷḷuarca/Luarca, con sus muchas casas indianas, testimonio de la vinculación americana de esta parte del occidente astur. Y no puedes abandonar la zona, sin una visita al Parque de la Vida, un singular museo para conocer la Tierra, el cosmos y los océanos.
¡Ḷḷuarca/Luarca te resultará amena, divertida, didáctica e inolvidable!
L’Arena, la tierra del angulero
L’Arena es un pueblo singular. Tiene espíritu fluvial, por ser uno de los asentamientos que está en la ribera del río Nalón, que justamente allí ya está convertido en ría, pero también es marítimo, porque el Cantábrico baña su playa de Los Quebrantos.
Con esta combinación prodigiosa no es casual que en sus fogones hosteleros se coma de cine, y que sus angulas tengan fama en medio mundo.
L'Arena ©Jesús Alfaro
Tal es la tradición de la angula en L’Arena, que en Navidad a este pueblo asturiano llega el angulero y no Papá Noel.
Así que en L’Arena te esperan días de sol y mar, de deportes náuticos, y de paseos mecidos por la brisa, en el entorno de su puerto, tanto pesquero como deportivo, y también en la playa.
Y si lo que deseas son vistas panorámicas, con dulces atardeceres o amaneceres, puedes acercarte hasta la punta del Pozaco, y allí contemplar desde la isla de la Deva hasta el cabo Vidio.
¡L’Arena será tu mejor combinación marítimo-fluvial!
Lluanco/Luanco, bonito donde los haya
De todas las asturianas, Lluanco/Luanco es la villa marinera más próxima al siempre imponente Cabu Peñes, el punto más septentrional del Paraíso Natural. Y lo cierto es que esta circunstancia le imprime carácter.
De marcada personalidad, la villa te ofrece rincones idílicos tanto desde la mar como desde tierra, entre otros su puerto, sus preciosas playas (tanto en el pueblo como en las inmediaciones), y su iglesia a pie de costa.
Lluanco/Luanco ©Juan de Tury
Antaño puerto ballenero, Lluanco/Luanco es hoy una de las grandes capitales del bonito, además de otros apreciados pescados como la sardina, la xarda (caballa), el pixin (rape) o los centollos. Con lo cual, si te acercas allí, los mejores sabores y guisos marineros están garantizados.
Por todo ello, no es de extrañar que en esta villa se encuentre el decano de los museos asturianos: el Museo Marítimo de Asturias, un icono de la cultura del mar y una compilación histórica, técnica, costumbrista, y naturalista, entre otros aspectos, de la vida en la costa y en el océano.
Un paseo por el Casco Histórico de Lluanco/Luanco, con la Torre del Reloj como ‘mascarón de proa’ es una auténtica maravilla, como lo es probar en cualquier confitería de la villa sus famosas marañuelas.
¡Ya verás! ¡Lluanco/Luanco es dulce y salado a la vez!
Llastres, muy guapo y televisivo
Llastres ostenta oficialmente el título de Pueblo más bonito de España, y lo cierto es que pertenece a este selecto club con todo merecimiento.
El antaño puerto ballenero, sigue siendo en la actualidad un notable puerto pesquero, así como un atractivo puerto deportivo.
Llastres ©Mampiris
Llastres es una de esas villas marineras asturianas ‘escalonadas’, que se descuelgan hacia el mar por una ladera. Así que posee una llamativa fisonomía formada por distintos barrios con empinadas calles empedradas, donde se combinan casas de pescadores, palacios y casas blasonadas.
Precisamente su belleza hace que el cine y la televisión hayan puesto el foco en ella, siendo protagonista de algunos filmes y de la ya mítica serie televisiva ‘Doctor Mateo’, que dio lugar a una ruta turística.
Pueblo Ejemplar de Asturias en 2010, Llastres, desde su mirador de San Roque, las vistas del Sueve y de los Picos de Europa son extraordinarias. Asimismo, es parte protagonista de la Costa de los Dinosaurios, y muy cerca de esta villa se ubica el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), además de la Playa de la Griega, donde existen yacimientos de icnitas (huellas de dinosaurio).
¡Llastres te cautivará!
Tazones, el que enamoró a Carlos V
Tazones es sinónimo de excelente cocina marinera. Y es que este coqueto y recóndito puerto asturiano es uno de los más afamados de todo el Cantábrico para degustar los mejores pescados y mariscos.
Tan rica como su cocina es su Historia, dado que Tazones es el único puerto de Asturias que forma parte de las rutas imperiales de Carlos V en Europa.
Tazones ©Juanjo Arrojo
Todo empezó en 1517 cuando el entonces jovencísimo emperador desembarcó en allí, en su primer viaje a España. Dicen que quedó sorprendido y prendado de los paisajes y las gentes. Y lo cierto es que la vida de Tazones nunca volvió a ser igual.
Sus coloridas casas de pescadores, sus calles estrechas y sinuosas, su playa - donde hay icnitas (huellas de dinosaurio) -, y sus típicas sidrerías y restaurantes acogen cada año miles de viajeros y curiosos, que quieren disfrutar de la gastronomía y conocer los escenarios que un día hicieron feliz a un joven emperador.
¡Tazones te enamorará, como hizo con Carlos V!
Ribadesella/Ribeseya, piraguas y arte rupestre
Ribadesella/Ribeseya es conocida dentro y fuera de España por dos hitos bien diferentes: Por un lado, la Cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por la importancia de sus pinturas, grabados y otras manifestaciones de arte rupestre. Y por otro, la Fiesta de las Piraguas o Descenso Internacional del Sella, que tiene su meta en esta villa de gran tradición deportiva piragüística.
Además, muy cerca de esta cueva, se encuentra la cuevona de Ardines, de gran interés geológico y de inusitada belleza, y el Centro de Arte Rupestre “Tito Bustillo”, cuyos contenidos explican la historia y secretos de este conjunto rupestre, y que cuenta con una maravillosa terraza panorámica con vistas estupendas de la ría y la villa.
Ribadesella/Ribeseya ©Gonzalo Azumendi
Ribadesella/Ribeseya, que tradicionalmente ha vivido de la pesca, es un enclave marítimo-fluvial, ya que está a pie de costa y cuenta con bellas playas, y al mismo tiempo se ubica en la desembocadura del río Sella, con lo cual su encanto y opciones de paseo y disfrute del entorno se multiplican.
Muchos son sus atractivos: Arquitectura indiana, paseo de la Grúa con los paneles de Mingote, ermita de Guía, paseo de los Vencedores del Sella, paseo Princesa Letizia (la actual reina de España pasó los veranos de su infancia y juventud en la villa), etc. Y todo en una villa siempre ambientada, donde degustarás exquisitos manjares.
¡Ribasedella/Ribeseya lo tiene todo!
Llanes, bajo el permanente influjo de la sierra del Cuera
Llanes es considerada una de las “perlas” de la cornisa cantábrica, por su belleza, por su Historia, y por su ambiente. Con los Picos de Europa y la sierra del Cuera como telón de fondo, el Casco Histórico de Llanes es una verdadera joya, con sus muchos palacios de diferentes épocas, sus calles empedradas, sus plazas, su basílica, su muralla, o su torreón medieval.
Todo en Llanes te hace viajar a un pasado de esplendor y a un presente también prometedor. Sus idílicas playas – El Sablón, Puertu Chicu, Toró -, su paseo de San Pedro, sus Cubos de la Memoria en el puerto, sus quintas indianas, o el edificio del Casino son elementos que le confieren a la villa una atmósfera única y diferente.
Llanes ©Mampiris
Y además, un dato muy significativo es que las calles y plazas de Llanes están siempre a rebosar, son un ir y venir continuo de gentes muy diversas, llegadas desde todas partes: veraneantes, excursionistas, viajeros, peregrinos… De todo hay en ellas, mientras comercios, terrazas, restaurantes y sidrerías están a tope.
¡Déjate seducir por el eterno encanto de Llanes!
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