Atrás La ruta del Cordal de Coaña: explorando los encantos de un concejo milenario
La ruta del Cordal de Coaña: explorando los encantos de un concejo milenario
La ruta del Cordal de Coaña recorre gran parte del interior del concejo de Coaña, un territorio muy ligado a la cultura celta. Es un itinerario poco transitado y fácil.
La ruta del Cordal de Coaña recorre gran parte del interior del concejo de Coaña, territorio íntimamente ligado a su pasado celta.
Y es que aquí se encuentra el icónico castro de Coaña (también conocido como el Castelón), cuya construcción se remonta a la Edad de Hierro (siglos V-IV a.C.) y que fue el primer poblado de este tipo en ser excavado de Asturias, allá por 1877.
Coaña forma parte de la comarca del Parque Histórico del Navia, junto con otros ocho concejos: Grandas de Salime, Pesoz, Illano, Boal, Tapia de Casariego, El Franco, Villayón y Navia.
La del Cordal de Coaña es una ruta muy desconocida y poco transitada, así que si lo que buscas es salirte un poco de los recorridos habituales, ¡es una opción fantástica!
Todo lo que necesitas saber antes de calzarte las botas
La ruta del Cordal de Coaña (PR-AS 185) es muy fácil. No tiene ninguna dificultad técnica y el desnivel es de 309 metros positivos (comienza a 470 metros de altitud y a los 4,5 kilómetros alcanzaremos los 720 metros).
La primera mitad es una subida constante, aunque no muy pronunciada, y la segunda parte es toda cuesta abajo, así que ten cuidado si sufres de dolores articulares en rodillas o tobillos. ¡Ah! Y si éste es tu caso no te olvides de tus bastones.
Son 14,5 kilómetros de recorrido lineal, unas 3 horas y media o 4 horas aproximadamente (más si vas con niños o con alguien que se entretenga con la cámara), y para hacerla necesitarás dos coches.
Se podría hacer circular, pero en ese caso has de tener en cuenta que tendrías que salvar un desnivel bastante grande al final del trayecto (desde el castro de Coaña hasta el mirador de Bustabernego), desde 42 a 464 metros de altitud en 6 kilómetros adicionales.
Las pistas son anchas y el firme es muy bueno, aunque al principio del recorrido y al final hay bastante asfalto. De todas formas, aún así el camino es muy guapo, primero con vistas hacia la costa y las montañas cercanas, y después rodeados por altísimos eucaliptos.
Por todo ello, la ruta del Cordal de Coaña es ideal para hacerla con niños acostumbrados a caminar, incluso también para aquellos que se estén iniciando en las caminatas por el monte, si lo combinamos con el porteo.
También es una opción muy buena para hacerla porteando todo el rato, ya que no es una senda exigente ni complicada; o para sillita adaptada a este tipo de terreno, ya que salvo en algún tramo puntual en el que el suelo pueda estar un poco más roto, el resto de las pistas son bastante regulares.
Al contrario, aunque hay mucho tramo de asfalto y las condiciones de los caminos son bastante buenas, no es apta para sillas de ruedas o personas con movilidad reducida, sobre todo por el desnivel.
Pero ya sabes que nadie mejor que uno mismo conoce sus condiciones o capacidades, así que lo mejor es que seas tú quien evalúe su propio caso y según eso, decidas.
En cambio, sí que se puede hacer en bicicleta de montaña sin mayor problema, ¡aunque recuerda que la primera mitad de la ruta será todo cuesta arriba! Eso sí, una vez arriba solo tendrás que dejarte llevar por la pendiente y disfrutar del recorrido.
¿Te animas a hacerla acompañado de tu perro? Debes saber que aunque en los primeros 7 kilómetros (más o menos) sí que hay algunas zonas de agua (arroyos o pequeñas fuentes), en el resto del recorrido apenas hay, así que no te olvides de llevar suficiente agua para él y para ti.
Ruta del Cordal de Coaña paso a paso
La ruta del Cordal de Coaña comienza en el mirador de Bustabernego, a 7 kilómetros (un poco más de 10 minutos) de Coaña, la capital del concejo.
Para llegar hasta allí desde Navia debes coger el desvío por la carretera AS-12 en dirección a Boal, y a aproximadamente 5,5 kilómetros girar a la derecha, hacia el área recreativa de San Luis/Teixedo/Mirador de Bustabernego. Luego tendrás que seguir las indicaciones hacia el área recreativa, y al llegar a ésta continuar hacia Bustabernego hasta que encuentres el mirador.
Desde el mirador de Bustabernego se puede contemplar una vista panorámica muy interesante del extremo este del concejo de Coaña, así como de otros lugares limítrofes como Navia, la desembocadura de la ría de Navia, y Villayón.
De hecho, allí mismo hay un mapa interpretativo con todos los puntos relevantes de los alrededores, para que tú mismo los puedas ubicar.
Caminaremos por la pista asfaltada, y a 500 metros seguiremos por la derecha en dirección “Orbaelle”. A 2,2 kilómetros del inicio de la ruta abandonaremos el asfalto y nos adentraremos en el monte por un camino que sube de frente, y que pasa junto a un depósito de agua.
Poco después llegaremos al alto de Orbaelle (617 metros), una llanada preciosa entre pinares y donde suele haber vacas, así que hemos de tener cuidado, especialmente si vamos con niños o perros.
En este punto has de estar atento a las indicaciones que hay en piedras y árboles, porque el recorrido se adentra ahora subiendo por el pinar a mano izquierda, y en un primer vistazo puede que no veas la señalización.
A partir de aquí continuaremos por la pista principal hasta alcanzar el alto de Seya Fermosa, a 710 metros de altitud, el punto más alto de nuestra ruta y un enclave perfecto para una parada de avituallamiento, para comer o merendar.
La cima del concejo de Coaña es el pico Fonteblanca (o peneo del Corvo), a 741,5 metros, y está a poca distancia de aquí, así que si lo tuyo es coronar picos, puedes acercarte hasta la cumbre.
A partir de ahora comenzamos a bajar por una pista que serpentea en zig zag por el otro lado de la sierra.
Hemos de prestar bastante atención durante este tramo, ya que algún cruce puede no estar señalizado. Pero ante la duda recuerda que debes seguir en todo momento por la pista principal y a 2,5 kilómetros de Seya Fermosa, en una curva muy pronunciada, seguir por la derecha.
Pasaremos cerca del pueblo de As Mestas y después, poco antes de llegar a la altura de Llosoiro, volveremos a tocar asfalto para ya no abandonarlo hasta el final de la ruta.
Superaremos el alto de Penedóis y llegaremos a Coaña, justo frente al cementerio. Tras caminar unos pocos metros por la carretera, torceremos a mano derecha en dirección a Busnovo.
Si vas con tiempo y te apetece hacer otra parada, puedes acercarte a ver la Estela Discoidea, un disco de granito de casi dos metros, símbolo de Coaña, relacionado con el mundo de los castros.
No se sabe de cuándo data exactamente, ni su función, pero en ella aún se pueden apreciar señales borrosas de un antiguo texto.
Ya camino de Busnovo, nos toparemos con los restos del antiguo teleférico que unía El Espín y A Paicega, y que se utilizó para transportar los materiales con los que se construiría el embalse de Grandas de Salime.
Estuvo en funcionamiento entre 1950 y 1953 (aunque la construcción del embalse se extendió entre 1945 y 1955), y tenía una longitud de 30 kilómetros a lo largo de los cuales salvaba 740 metros de desnivel.
El teleférico contaba con 8 estaciones, 13 dispositivos de anclaje (como el que puedes ver en esta foto de aquí abajo), y 190 castilletes.
Fue de gran ayuda, ya que el embalse de Grandas de Salime supuso un gran reto constructivo, debido a las malas carreteras y a la escasez de camiones y combustible de aquella época (no podemos olvidar que España estaba en plena posguerra).
Busnovo es un pueblo muy chiquitín y bucólico, atravesado por el arroyo Sarríou. Llegados al puente que pasa sobre el riachuelo, tendremos ya una buena perspectiva del edificio que alberga el museo del Castro de Coaña, del que solo nos separa una pequeña cuesta.
Con alrededor de 2500 años de antigüedad (aunque lo que se ve ahora son restos romanos del s.II d.C.), el Castro de Coaña marca el fin de nuestro recorrido. Está declarado Bien de Interés Cultural, y es uno de los restos arqueológicos más interesantes de Asturias.
Abre de miércoles a domingo de 10:30 a 17:30 (de octubre a marzo cierra un poco antes, a las 15:30), así que si terminas la ruta del Cordal de Coaña a tiempo, no te olvides de visitarlo y sumergirte durante un rato en la cultura castreña asturiana.
Otra opción para despedir la jornada de ruta, de paso que vuelves a buscar tu coche al mirador de Bustabernego, es hacer una parada en el área recreativa de San Luis. Allí, junto a la ermita de San Luis y San Roque, hay numerosas mesas de merendero y un espacio bastante amplio para descansar o jugar.
Seguro que tanto los mayores, como los peques y los perretes, disfrutaréis a tope de este ratín antes de emprender la marcha de vuelta a casa...
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