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Ruta a la braña de Sousas con niños en Somiedo
El Parque Natural de Somiedo, con una riqueza paisajística y cultural únicas, es uno de los paraísos del senderismo en España.
El Parque Natural de Somiedo en Asturias, con una riqueza natural y cultural únicas, es uno de los mejores lugares de España para hacer senderismo y recorrer paisajes y lugares, de esos de los que ya casi no quedan.
Es verdad que Somiedo tiene rutas de montaña que pueden llegar a ser realmente duras y difíciles, pero también cuenta con rutas que no son excesivamente complicadas, y que resultan ideales para poder iniciar a los niños en esta pasión que es el senderismo.
Una de las rutas que hicimos en familia y que parecen pensadas para ir con niños, es la que va desde Valle de Lago hasta la Braña de Sousas.
¡La ruta a la Braña de Sousas con niños!
Datos prácticos de la ruta
Distancia: desde Valle de Lago hasta la Braña de Sousas hay 3 kilómetros de distancia, a los que tendrás que sumar otros tantos de vuelta.
Desnivel: el desnivel acumulado de la ruta es de unos 250 metros.
Dificultad: fácil para hacerla con niños acostumbrados a andar.
El inicio de la ruta a la Braña de Sousas con niños
Para llegar hasta Valle de Lago, tomamos la carretera que parte de Pola de Somiedo (la única que sale de Pola de Somiedo, a excepción de la carretera general), y que tras 8 kilómetros de recorrido muere en Valle de Lago.
Por nuestra experiencia, para localizar el inicio de la ruta, lo mejor es que cuando llegues a Valle de Lago, estés atento a la aparición del gran cartel rojo y blanco que te indica el inicio de la ruta. El cartel se encuentra situado en el segundo núcleo de casas que forman el pueblo (el Barrio de La Caleya), en el lado derecho de la marcha, y un poco antes de llegar frente a un bar que hace que la carretera se bifurque en dos.
El ramal de la derecha es realmente el inicio de la ruta y, el de la izquierda, es por el que continuamos durante unos 400 metros para llegar hasta el aparcamiento de Valle de Lago, ya que en el pueblo no es fácil encontrar dónde aparcar. El aparcamiento se encuentra situado a ambos lados de la carretera y tiene cabida para más de 50 vehículos, por lo que raro será que no encuentres sitio donde estacionar tu vehículo.
Una vez que te sitúes en el punto de partida de la ruta, el camino es sencillo, ya que como se trata del sendero de pequeño recorrido PR-AS 16.1, basta estar atento a las marcas blancas y amarillas, y seguirlas.
El camino es ancho y con buen firme, por lo que se puede hacer fácilmente en bicicleta, e incluso con sillas de niños aptas para terrenos irregulares. También tienes la opción de hacer la ruta a la Braña de Sousas con niños a caballo, pues en Valle de Lago hay empresas que se dedican a organizarlas.
Al poco de salir de Valle de Lago, cruzamos el Río del Valle por el puente, y dejamos a la derecha el camino que lleva a la iglesia y al cementerio. Al poco encontramos un par de bifurcaciones más, sólo hay que estar un poco atento a las señales, para seguir el camino correcto a la braña.
Según fuimos ascendiendo entre robles, hayas y avellanos, y con las vallas de piedra delimitando las fincas, íbamos viendo cómo Valle de Lago se quedaba abajo a nuestra derecha, cada vez más pequeño.
Según ganábamos altura, comenzamos a disfrutar de unas vistas estupendas del valle de origen glaciar por el que discurre el Río del Valle. Este valle es uno de los mayores del Parque Natural de Somiedo, y en su parte final se encuentra el famoso Lago del Valle, el mayor lago de montaña de Asturias.
La Peña Furada y la Braña del Fuexu
Poco a poco llegamos hasta la divisoria que lleva hasta otro nuevo valle, el que forma el Río Sousas. A partir de aquí comenzó una zona bastante bonita y un tanto escarpada, con repechos que tienen una pendiente un poco fuerte, aquí tuvimos que animar a los niños a continuar porque comenzaban a cansarse un poco.
El camino queda a la sombra de un bosquete de hayas y discurre a media ladera, por lo que en algunos puntos está protegido por una valla metálica para evitar accidentes.
En este lugar hicimos una parada para poder contemplar, en la ladera de enfrente, el bonito Bosque de la Enraimada. Este bosque de cuento es una zona protegida y con acceso restringido, en la que tiene su refugio el oso pardo. A la derecha, contemplamos una montaña realmente singular, se trata de la Peña Furada o Pico Castiellu, un peñasco rocoso que tiene una ventana natural, que lo hace inconfundible. El paisaje en esta zona es realmente mágico.
Un poco más adelante, pasamos junto a la Braña del Fuexu, a la que pudimos acceder por un ramal del camino que sale a la derecha, y que lleva hasta ella. Esta braña está muy bien conservada y en ella nos encontramos las llamadas “cabanas de teito”. A los niños les pareció estar ante la casa de un duende.
A la izquierda sale otro camino, que es una de las opciones de vuelta, que lleva hasta el Mirador de la Peña Furada. Hay otro desvío a la izquierda en el camino, unos 300 metros más adelante de este lugar, que también lleva hasta el mirador, por un sendero que tiene menos pendiente que este primer desvío.
La Braña de Sousas
A partir de aquí, el camino da una amplia vuelta a la derecha, pasando por una zona boscosa realmente bonita que se agradece en verano, y después de otra amplia vuelta a la izquierda, llegamos finalmente a la Braña de Sousas.
Hasta aquí llevábamos recorridos 3 kilómetros de camino, y habíamos superado un desnivel cercano a los 250 metros, algo que, sin llegar a agobiarles, pudimos hacer bien con los niños.
Desde la Braña de Sousas contemplamos unas vistas espectaculares del fondo del circo glaciar, dominado por el Alto del Muñón, uno de los más destacados de la Sierra del Rebezu, que cierra toda la parte sur del valle en el que nos encontramos.
Como la braña estaba llena de vacas que pastaban tranquilamente, fue difícil resistirse a hacer un montón de fotos de las vacas con los corros de fondo. Si vas a hacer la Ruta de la Braña de Sousas con los niños, aprovecha la ocasión, pero procura no molestarlas.
En la Cordillera Cantábrica, las brañas son los pastizales de altura en los que el ganado pasta en verano. Aunque en Somiedo van más allá, y las brañas son esas mismas zonas de pasto, pero acompañadas de unas construcciones tradicionales que sirven para que se alojen el “brañeiro” y el ganado.
En las brañas de Somiedo, lo más habitual es encontrarse con “cabanas de teito”, que son habitualmente de planta rectangular, y con una techumbre vegetal de escoba. En algunas ocasiones, y concretamente en la braña de Sousas, aparecen otras construcciones más antiguas, que son los corros, edificaciones de piedra de planta circular con el dintel de la puerta en forma dolmítica y el techo también de piedra, con falsa bóveda y curiosa salida de humos.
La Braña de Sousas, además de ser de las mejor conservadas, es de las que cuenta con mayor número de corros. Mereció mucho la pena haber llegado hasta aquí, para conocer este conjunto etnográfico tan singular, y el impresionante valle glaciar en el que está situado.
Este fue el lugar que elegimos para comer el bocadillo, y descansar un rato, sentados en una piedra con vistas a los corros y las vacas.
El Collado del Muñón
Después de comer continuamos por el camino adelante hasta el fondo del valle. Llegó un momento en el que apreciamos la depresión que está al pie del Alto del Muñón. Aquí se encontraba el circo en el que se acumulaba el hielo que alimentaba al glaciar y que, con el deshielo, formó un lago del que hoy ya no queda nada.
Como los niños habían aguantado bien hasta aquí, y se veían con fuerzas, continuamos subiendo por el camino. Este discurre entre las pedreras hasta llegar al Collado del Muñón, lo que supone otro kilómetro de marcha y ascender 200 metros más. No lo recomiendo para niños muy pequeños, porque pueden acabar muy cansados.
Este collado marca el límite natural entre Asturias y León y, además de unas vistas estupendas, es un buen punto para ver alguna de las manadas de rebecos que pastan en estas zonas altas.
El camino de vuelta
El camino de vuelta fue el mismo que llevamos a la ida, con la única diferencia de que tomamos el desvío que llevaba al Mirador de la Peña Furada. Desde el Mirador disfrutamos de unas vistas estupendas del Bosque de la Enraimada, y nos permitió hacer unas fotos preciosas de la Braña del Fuexu, con la Peña Furada de fondo.
Para volver a Valle de Lago, continuamos por este nuevo camino que habíamos tomado para acercarnos hasta el Mirador de la Peña Furada.
Para ir hasta el mismo punto donde iniciamos la ruta en Valle de Lago, en el primer desvío que encontramos poco después del mirador, tomamos el camino principal que va hacia la izquierda, que nos llevó hasta el camino por el que hicimos la ruta.
Vimos que si quieres atajar, cuando llegues a ese desvío puedes tomar el de la derecha. Ese camino baja por una zona boscosa de hayas, robles, avellanos y castaños y, cuando llega a la base del valle, lo atraviesa por las zonas de prados, para dirigirse directamente al punto donde se encuentra el aparcamiento.
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