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Así es Asiegu, Pueblo Ejemplar de Asturias 2019
Asiegu es la aldea cabraliega que ha sido galardonada con el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2019, otorgado por la Fundación Princesa de Asturias. Apacible y humilde, Asiegu te reserva muchas sorpresas.
Asiegu es una sencilla aldea asturiana de serena belleza, en la que la magia de su atmósfera, y el halo legendario de un intenso pasado lleno de misterio, la hacen muy especial. Así que este lugar único, ubicado entre la Sierra del Cuera y los Picos de Europa, en el concejo de Cabrales, es absolutamente merecedor del galardón de Pueblo Ejemplar de Asturias 2019.
Apacible y humilde, Asiegu se vislumbra en medio de una loma, descolgándose dulcemente por la ladera, como si quisiera acariciar los Picos, y es que Asiegu lleva miles de años contemplando y siendo contemplado a todas horas por una de las montañas totémicas de la historia de la Humanidad: el picu Urriellu o Naranjo de Bulnes. Y esta circunstancia, sin duda, imprime carácter. Por eso no es fruto de la casualidad que sus habitantes sean observadores, discretos y afables.
Un paseo por esta aldea, y un rato de conversación con sus proactivos habitantes, te llenará el alma de historias con mucho corazón, y la retina de paisajes increíbles, como si estuvieses en un espacio de eterna ensoñación y encanto infinito.
En Asiegu no pasan las horas, y al mismo tiempo, te faltarán horas para saborear tantos rincones y tanta memoria colectiva esculpida en cada esquina.
Veintiún barrios componen esta aldea donde caminos y miradores, casas tradicionales, bancos panorámicos, chigres y llagares, o el constante deambular de propios y turistas le confieren un aire diferente, que parece estar animado y sustentado en la impresionante fuerza telúrica que sentirás en Asiegu, como si este lugar tuviera una poderosa conexión energética con la madre naturaleza.
¡Así que aquí tienes las mejores cosas que ver y hacer en Asiegu!
Unas vistas de ensueño desde la majada de Tebrandi
Desde tiempo inmemorial los pastores y ganaderos de Asiegu han subido con su ganado durante la primavera y el verano a la majada de Tebrandi, un lugar que parece dibujado por los dioses para disfrute de los humanos.
Tebrandi es pura poesía paisajística, ya que desde esta atalaya cualquier rumbo que marque tu mirada va a parar a la belleza sin fin de las montañas astures. Los tres macizos de los Picos de Europa, el Monte Sueve o la propia Sierra del Cuera, en la que se encuentra la majada, son algunos de los horizontes que podrás divisar.
Los rayos del sol acariciando las cabañas y las montañas, la caricia del viento y el sonido del ganado hacen de Tebrandi un lugar para la meditación, la conversación relajada o simplemente la vida contemplativa.
Incluso el topónimo es sonoro y amigable, y significa algo así como “lugar abundante en niebla”, precisamente por la neblina que sube hasta allí desde la rasa litoral que está al otro lado del Cuera.
El picu Tiedu, la proa de la Sierra del Cuera
Desde la majada de Tebrandi, el pico de la Sierra del Cuera que se encuentra más próximo es el picu Tiedu. Esta cumbre que los lugareños de Asiegu, cuyo gentilicio es caruvinos, consideran casi de su propiedad te mostrará un perfil amable, como si te estuviera diciendo sube aquí y contempla el panorama.
El Tiedu es un pico tan humanizado que hasta el ganado pasta en su falda con total familiaridad. Además, ostenta el honor geodésico de ser la proa de la sierra del Cuera hacia el oeste, lo cual no es baladí, sobre todo teniendo en cuenta que esta sierra se extiende 30 kilómetros de forma paralela a la costa, un hecho único en la orografía de las montañas asturianas y de la Península Ibérica.
El área arqueológica del Taranu, un lugar entre la historia y la leyenda
¿Has oído hablar de la tumba del gigante de Asiegu? Pues todo apunta a que existió y a que su enterramiento se encuentra en un área arqueológica llamada el Taranu, encaramada en lo más alto de esta aldea.
El Taranu es un sito espectacular por su ubicación y por sus vibraciones. A tus pies tendrás tesoros de la Edad del Bronce - como las 14 hachas de esta época prehistórica que allí aparecieron -, la tumba del gigante, o los restos de un castillo…
Además, la puesta de sol en el Taranu es de indescriptible belleza. Te dará la sensación que ante tus ojos pudiera aparecer como surgido de las entrañas de la tierra el dios celta Taran, divinidad de la guerra y de los truenos.
Por si fuera poco para completar la escena de magia y leyenda, desde el Taranu, otro gigante, el Urriellu, está a solo 12 kilómetros en línea recta y es como otra deidad que todo lo ve…
El mirador Pedro Udaondo, para quedar embelesado
Es más que evidente que Asiegu es un prodigio en lo que a vistas panorámicas se refiere, y un magnífico ejemplo de ello es su famoso mirador “Pedro Udaondo”, que lleva el nombre de este ilustre alpinista vasco fallecido en los Picos de Europa en el año 2007, justo el mismo año en que fue inaugurado este mirador.
En su momento los vecinos quisieron hacer un homenaje a una persona enamorada de los Picos de Europa, que representa un ejemplo de entrega solidaria a la montaña y a la memoria cabraliega, y el resultado fue un lugar único para observar y disfrutar las mil caras que ofrece el Urriellu a lo largo del día y de la noche.
Sencillamente, te quedarás embelesado…
La Venida de les Vaques, única en el mundo
La Venida de les Vaques, ideada para celebrar el galardón de Pueblo Ejemplar de Asturias 2019, es sencillamente una iniciativa genial, que ha convertido uno de los muchos caminos que circundan la aldea de Asiegu, concretamente el de Las Prunales, en el barrio de La Pandiella, en un paso único en el mundo.
¿Por qué? Porque una escultura de acero corten en forma de barandilla convierte el camino en un auténtico mirador artístico, dado que la pieza ha dibujado veintiún vacas, tantas como barrios tiene Aiegu, que se proyectan sobre el paisaje, aportándole un nuevo marco y una nueva dimensión, a la par que trazando un homenaje al pastoreo en el Cuera y los Picos de Europa.
El autor de la obra de arte es un conocido escultor llamado José Sahagún, vinculado familiar y afectivamente a Asiegu, y que ha querido plasmar para la posteridad el inmenso potencial inspirador que tiene el entorno rural, natural y humano de esta aldea que parece sacada de un cuento de misterio…
Las sorprendentes pinturas de la iglesia de San Miguel
La iglesia parroquial de San Miguel de Asiegu encierra un valioso tesoro en su interior y son sus pinturas murales, datadas a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII.
Tanto en la bóveda como en el retablo, el armónico cromatismo y la mesurada composición nos traen a la vista el mejor barroco rural en un edificio religioso.
Las pinturas de esta iglesia de San Miguel fueron rescatadas del olvido y restauradas hace poco más de una década, y hoy constituyen sin duda uno de los grandes atractivos de Asiegu, en un paseo cultural.
El barrio de la Caleya y la Casa del Cuetu de Las Abellotas
El barrio de la Caleya es el barrio más antiguo de Asiegu, y data de la época medieval. Y la verdad es que un recorrido por sus caminos da una idea de la solera y antigüedad de esta aldea cabraliega.
La Caleya tiene muchas casas tradicionales asturianas, y en algunas de ellas el tiempo parece haberse detenido por completo. Es como viajar cien años atrás en pocos metros.
Este barrio destila en cada uno de sus rincones todo el saber rural, del que beben las nuevas generaciones que hacen día a día de Asiegu una aldea ejemplar.
Además, el barrio está lleno de historias románticas y trágicas como la de la Mayoraza, que los vecinos de Asiegu te cuentan por los caminos.
Los mismos caminos que te conducen desde el barrio de La Caleya hasta la Casa del Cuetu de las Abellotas, una de las más antiguas de esta aldea, y que está ubicada justo encima del histórico barrio. Todo apunta a a que esta casa fue una antigua posada medieval vinculada al Camín Real, e incluso a la Ruta Jacobea, y lo cierto es que cuando llegas a este lugar algo diferente flota en el aire, con la compañía de las encinas que rodean el viejo solar…
La Ruta´l quesu y la sidra
Esta ruta, surgida de la imaginación y el conocimiento de los hermanos Manuel y Javier Niembro, naturales de Asiegu y cabraliegos de pro, es la mejor manera de conocer la cosmovisión campesina y el universo rural de los Picos de Europa. La ruta es una interpretación del paisajes y sus figuras, a la par que profundiza en el que ha sido un estilo de vida milenario.
La visita a una quesería, a una cueva donde madura el queso Cabrales, a un llagar donde se elabora la sidra, la experiencia gastronómica con la que se remata la ruta, pero especialmente la vivencia durante más de tres horas con las vivas explicaciones de estos hermanos, hacen de la Ruta’l Quesu y la Sidra una de las mejores maneras de conocer la Asturias rural, su historia y su presente.
Y por supuesto es una forma de poner en el mapa Asiegu y todo su entorno convivencial y de sabiduría.
La historia de los bancos apadrinados
Está claro que el número 21 es muy simbólico para Asiegu. Si veintiuno son sus barrios, veintiuna son las vacas de su Venida de les Vaques, y también veintiuno son los bancos que hay ubicados por los alrededores del pueblo.
Los famosos bancos apadrinados de Asiegu están así, apadrinados de forma simbólica, por un período limitado de tiempo, que una vez finalizado da opción a que tengan un nuevo padrino o madrina.
Todos los bancos están ubicados en lugares estratégicos donde las vistas y el escenario son de gran belleza, de manera que ir de banco en banco es un verdadero periplo turístico y cultural por el entorno rural, y el hecho de apadrinar uno es una forma de apoyar la vida de la aldea.
Los mejores atardeceres de los Picos de Europa
Cuentan los apasionados de los Picos de Europa y los captadores de luces y sombras, que los atardeceres en Asiegu son de los mejores que puedas vivir en los Picos de Europa.
Lo cierto es que en las horas vespertinas, la quietud de la aldea te proporciona una sensación increíble de bienestar, y desde cualquier esquina de Asiegu, el paisaje se transforma, como si llegara la hora de recogerse, o soñar, o de susurrar…
Y como telón de fondo siempre el gran icono, el picu de Picos, el eterno Urriellu…
¡Un paseo por Asiegu te resultará sencillamente fascinante! ¡Y si te ha gustado este post, compártelo en tu Facebook!
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