Atrás Museos y otros espacios gastronómicos en Asturias

Los mejores museos y espacios gastronómicos en Asturias
¿Qué función cumple un museo? Solo la contemplación del visitante, el mero entretenimiento. Quizá un museo adquiera su dimensión completa cuando el quien franquea su umbral participa de lo que encierra ese lugar, cuando se incorpora a la historia o a las historias que reúne. Con la gastronomía, esa participación resulta más fácil, más natural, porque la comida y la bebida enlazan a las personas de una forma natural y divertida.
Lógicamente, es imposible concentrar toda la gastronomía asturiana en un museo, pues su tradición y modernidad es tan diversa que aúna costumbres relacionadas con el mar, el campo, la montaña y, en general, con un paraíso natural que siempre ha entendido el acto de cocinar y compartir mesa como una forma de convivencia.
Os proponemos a continuación ocho museos gastronómicos en Asturias que no te puedes perder, destinos para conocer y explorar, para participar, para ampliar el sabor que encontraréis en restaurantes, chigres, casas rurales u hoteles, con el trasfondo que cada ingrediente y cada receta atesoran.
Museo de la Sidra (Nava)
Tan impepinable es comenzar con la sidra asturiana como incluir el mandamiento principal del Museo de la Sidra de Asturias en Nava: Descubre la historia y tradición de la sidra en Asturias, con la oportunidad de degustar diferentes variedades. En su exposición permanente recorrerás las fases de la elaboración, del manzano a la cosecha, al mayado, la fermentación, el embotellado… hasta llegar a la sidra natural, la sidra de mesa, la sidra achampanada, la sidra dulce, los licores y orujos de sidra, los nuevos refrescos de sidra y, por supuesto, la sidra amparada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Porque ni te imaginas las variedades autóctonas de manzanas que puedes encontrar.
El museo está situado en Nava y, junto a su entretenida exposición, perfecta para ir en familia, organiza actividades y talleres de los que informa puntualmente en su web.
Desde allí, es pecado no continuar la excursión por toda la Comarca de la Sidra, una de las más hermosas de la comunidad autónoma, un vergel con pueblos costeros como Tazones, playas como La Griega o Rodiles, arte Prerrománico, Camino de Santiago… Más excusas para brindar con un culín de sidra en alto.
Muséu Etnográficu de la Llechería (Morcín)
Seguimos con las vacas (pero también con cabras y ovejas), animales que en el concejo de Morcín reciben el homenaje que merecen. Es decir, con una forma de sumergirte en la cultura láctea asturiana y en la vida rural de la región. Porque, ¿cuánto sabes de la leche, aparte de lo que indican las etiquetas de los productos del supermercado? El Muséu Etnográficu de la Llechería, perteneciente a la amplia red de centros etnográficos de Asturias, está organizado en cuatro áreas: la ganadería, la leche, la manteca y el queso. Vas a conocer el ciclo completo, desde el prao hasta la taza o el plato.
Para que entiendas su evolución, es decir, el trabajo secular que se ha desarrollado y mantenido en el Paraíso Natural, o por qué el arroz con leche de aquí es tan exquisito o por qué el mapa de quesos astures es único en Europa, el museo ofrece además una colección de utensilios magnífica, exposiciones audiovisuales, visitas guiadas, historias de pastores —genuinos reyes de esta artesanía—, de queserías y de tecnologías, y una estupenda biblioteca.
Museo de la apicultura (Caso)
¿Has visto alguna vez una colmena en vivo? ¿Sin miedo, protegido, acompañado de expertos que te van explicando paso a paso cómo estos insectos buenos constituyen un eslabón imprescindible de cualquier ecosistema, hasta el punto de servir de medidor en los actuales cambios climáticos? En Caso, en el Parque Natural de Redes, aprendes sobre la importancia de las abejas y la producción de miel en Asturias, que también ha constituido una forma particular de vida.
El Museo de la Apicultura no está ubicado en este concejo por azar: durante décadas, sus habitantes eran apicultores domésticos, que incluso protegían sus colmenas con troncos (truébanos). Actualmente, su Asociación de Apicultores participa activamente en el colectivo nacional, así que ningún lugar mejor para conocer de primera mano cuándo la miel es de verdad, y cuándo no merece la pena probarla porque es un sucedáneo.
Casa de la apicultura (Boal)
Espera, porque no hemos terminado con la miel. La Casa de la apicultura de Boal complementa el Museo de Caso con el impacto que tiene en la economía local la cría de abejas. ¿Sabes qué es un “cortín”? Pues una construcción que proporcionaba abrigo a las colmenas, de las que han vivido miles de familias. En Boal hay más de un centenar, lo cual ya da la medida de cómo este territorio vive la miel.
Este centro de interpretación “invita a reflexionar sobre la autosuficiencia del caserío asturiano, el papel que jugaban la miel y la cera, sobre la evolución y el paso a la incorporación de la apicultura moderna”.
Cueva exposición del Queso Cabrales
Después de visitar el museo de Morcín ya sabrás cuánta historia hay detrás de un alimento aparentemente sencillo como un queso. Ahora, imagina que ese queso es un Cabrales, complejo en aromas y sabores, potente, artesano, rotundo, único. El Cabrales, el más célebre de los quesos asturianos, solo se entiende contemplando las montañas de los Picos de Europa, sus pastos, las gentes que mantienen sus ganaderías y las cuevas donde los hongos, las humedades especiales y, en definitiva, la naturaleza y la sabiduría humana, se combinan para crear uno de los alimentos más deliciosos que puedas probar.
Su visita guiada es una auténtica gozada en una cueva natural en la que, cual pastor novato, acabarás por supuesto con una degustación como no has conocido nunca. Sin duda, es una de las mejores cosas que puedes hacer en Cabrales.
Museo del Vino (Cangas de Narcea)
Si te gustan las experiencias gastronómicas, la historia vitivinícola de Cangas de Narcea te encandilará. De nuevo, las laderas convierten estas vides en un agricultura audaz —viticultura heroica, en término técnico— con vinos característicos de uvas autóctonas como la albarín . El Museo del Vino de Cangas muestra una bodega tradicional, el Lagar de Santiso, igualmente con visitas guiadas.
Puedes aprovechar para recorrer la senda peatonal que comunica el museo con el barrio cangués de Ambasaguas, observando los colores y vegetación de un entorno del que obtienen su sabor los mejores tintos y blancos asturianos. O realizar cualquier actividad de enoturismo de las que proponen las bodegas adscritas a su denominación de origen protegida. Y si vas en familia, “Marco Topo” es un juego de exploración didáctico e interactivo para niños entre los 5 y 12 años.
Como verás, tienes toda una gama de opciones para ver y hacer en Cangas del Narcea.
Ecomuseo del Pan (Villanueva de Oscos)
Y del vino, claro, al pan, pues uno lleva al otro en un círculo virtuoso —al que, si añades quesos y embutidos, te acercas todavía más al paraíso—. Para conocer la historia del pan en Asturias, y su papel en la dieta y la cultura regionales, el Ecomuseo del Pan, en Santa Eufemia (Villanueva de Oscos), funciona como el mejor profesor. “Desde la siembra del cereal a la cocción, pasando por la recogida, la molienda y el amasado”. ¿Haces pan en casa? ¿Tienes una panadería de referencia? ¿Eres de los que no pueden esperar en el restaurante al primer plato, y devoras el pan nada más sentarte? Aquí vas a pasarlo en grande.
El ecomuseo cuenta con una zona de siembra, una era, un hórreo, un molino y un centro de interpretación. Además, te encuentras en Los Oscos, cuna de la cultura ferreira, y de mil excursiones y rincones plagados, por supuesto, de comida que alimenta en el más amplio sentido del término.
Aula de la Miel (Peñamellera Alta)
Terminamos este recorrido regresando a las abejas, para cerrar su ciclo. El Aula de la Miel de los Picos de Europa, a un cuarto de hora de Cabrales, muestra las muchas variedades que se pueden obtener con un trabajo concienzudo desde la flor hasta el envasado.
Conoce la vida de las abejas, el trabajo de los apicultores, las mieles y su gastronomía de una forma didáctica. También aprenderás sus aplicaciones, es decir, a sacarles el mejor partido, cómo distinguir sus colores, sus sabores y los posibles usos culinarios. ¿Sabes que una buena miel mejora sobremanera una salsa de carne, e incluso de tomate?
Estos ocho museos, centros etnográficos, centros de interpretación y espacios gastronómicos te implicarán como visitante, y te cambiarán a mejor. Porque con el conocimiento compartido en sus exposiciones, visitas y actividades, apreciarás mejor, no solo la impresionante gastronomía asturiana, sino también todo lo que durante siglos ha propiciado y propicia que en esta tierra se ame tanto la comida.

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