10 paisajes de ensueño en Asturias

Una de las emociones más a flor de piel que te suscitará Asturias es el disfrute sin límite de sus paisajes. Horas y horas de contemplación, de ruta en coche, a pie, en bici, a caballo o como quiera que desees. Horas y horas de luz, de sombras, de cielos que son obras de arte, de colores, de flores, de árboles, de aire puro, de brisas que te acarician el alma, de espumas que te llenan de vida…

Asturias y sus paisajes son un catálogo infinito para el placer vital. Montaña, valles, majadas, brañas, brumas y calimas, cumbres míticas, acantilados gigantes, bosques frondosos, aldeas de cuento, horizontes lejanos, vistas panorámicas.

Como espléndida muestra de lo descrito, en portada una imagen bellísima de la collada de Moandi, en Ponga.

¡Todo esto y mucho más te vas encontrar en este viaje por 10 paisajes espectaculares en Asturias!

Una braña somedana

Somiedo es una de las 7 Reservas de la Biosfera de Asturias, muy conocida y apreciada por su naturaleza, historia y cultura. Precisamente esta conjunción de valores y atractivos ha tejido con el paso del tiempo unos paisajes muy especiales y llamativos.

Los escenarios naturales que ofrece Somiedo combinan en armónico equilibrio la huella humana con una naturaleza en estado puro. Un perfecto ejemplo de este binomio son sus brañas, esos poblamientos donde durante siglos han convivido también de forma armónica los ganaderos y su ganado, y donde precisamente han habitado con asiduidad los vaqueiros de alzada (ganaderos trashumantes que han tenido mucha presencia en la zona).

Por eso, las brañas somedanas, enmarcadas en su medio natural, siempre son un regalo para los sentidos…

El magnetismo del Pico Torres

En tu viaje por Asturias, te vas a encontrar paisajes de lo más variado, y en muchos de ellos siempre hay picos o cumbres míticas como telón de fondo o como protagonistas.

Una de esas montañas magnéticas, que hacen historia y que te cuentan miles de historias, es el Pico Torres, uno de los techos de la Cordillera Cantábrica, ubicado entre los concejos de Caso y Aller.

De esbelta e imponente figura, el entorno del Pico Torres es un remanso de serena belleza que dibuja paisajes inolvidables de alta montaña.

La aldea perdida

Luce espléndida y como adormecida en lo más hondo del valle, abrazada por boscosas laderas que parecen acunarla en su regazo. Es la aldea de As Veigas, en Taramundi.

Verdor por doquier, y una inmensa gama cromática en el bosque. Piedra y pizarra negra proyectados sobre el paisaje.

As Veigas es como una aldea de cuento, donde te apetecerá que tu tiempo de viaje se detenga. Será como estar fuera del mundo, estando en el mundo.

Cuadonga/Covadonga y la borrina

La subida a los Lagos de Covadonga, sea a la hora del día que sea, siempre te deja en la retina increíbles imágenes del Real Sitio y de su entorno.

El angosto y sinuoso valle que tiene como fantástico colofón la Basílica y Cueva de Covadonga, es un terreno propicio para lo que en Asturias llamamos borrina, esa calima densa y húmeda que transforma los paisajes como por arte de magia, y que les añade un plus de misterio indescriptible.

Cuadonga/Covadonga se viste muchas mañanas con un manto de borrina que va diluyéndose silenciosamente a lo largo del día, poniendo una nota de belleza y hasta exotismo a un paisaje ya de por si maravilloso.

Los colores de Los Oscos

Todos los que han estado en Los Oscos vienen fascinados por dos notas muy características de esta comarca del occidente de Asturias: su luz, el cromatismo de sus paisajes y la paz que se respira.

Un perfecto exponente del espíritu natural y cultural de los Oscos, es el concejo de Santa Eulalia de Oscos y el pueblo de Ferreira.

Río, bosque, prados, y arquitectura tradicional característica de esta parte de Asturias. Un conjunto de elementos que componen un paisaje único.

El embrujo del Picu Urriellu

Es la cumbre de cumbres. Un icono en España y el resto del mundo. Un símbolo de superación humana y una mole caliza que decora un paisaje inigualable en el corazón del macizo central de los Picos de Europa.

Es el Picu Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, en el concejo de Cabrales. Muchas son las caras que te ofrece, desde distintos puntos de la geografía del oriente de Asturias, y cambia muchísimas su aspecto en función de la luz.

Sin lugar a dudas, uno de los sitios más agradables y de fácil acceso para su contemplación es el llamado Pozo de la Oración, a la entrada de Poo de Cabrales.

Esculturas enormes que se funden con el mar

Toda la costa oriental de Asturias, por su naturaleza kárstica, ofrece espectaculares formas y paisajes, que podrás disfrutar tanto desde la tierra como desde la mar.

Los acantilados son un auténtico espectáculo para los sentidos y para las vistas panorámicas. A menudo parecen catedrales de piedra, cinceladas por millones de años de mareas y erosión.

En realidad, un tranquilo paseo por ellos es fuente de vida y de relax, y te ofrece unas vistas sin igual del horizonte líquido del Cantábrico.

Como un ejemplo sobresaliente de belleza y calma están los acantilados del Tomasón, en Ribadesella.

Moandi, una collada mítica

La Collada de Moandi es un paisaje siempre sorprendente, que te encontrarás entre Sebares, en Piloña, y Sellañu, en Ponga.

Las vistas que hay hacia Ponga son de excepcional belleza, y desde ella parten rutas senderistas muy interesantes como el ascenso a la Mota Cetín o al Pico Cunnio.

El ascenso hasta la collada por Piloña es por una carretera de montaña con preciosos tramos de curvas, bosques y angostos desfiladeros, mientras que en Ponga se abre más el paisaje hacia las cimas y los grandes valles.

Una vez más, mil contrastes que hacen posible el disfrute de paisajes de ensueño.

El poder del Suroccidente de Asturias

El suroccidente de Asturias es otra de las grandes reservas paisajísticas que atesora el Paraíso Natural. Famoso por su reserva de la Biosfera, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, es un lugar de montañas y bosques sin fin, siendo el más emblemático el de Munieḷḷos.

Además, son cientos las aldeas que pueblan estos indómitos paisajes. Aldeas recónditas, milenarias, que son un verdadero emblema de la memoria rural y natural asturiana.

Una de esas aldeas es la de Bornazal, muy cerca del mítico y bellísimo Santuario del Acebo, en Cangas del Narcea.

Desde Bornazal gozarás de unas vistas espectaculares.

El mirador de los sueños

El mirador de San Esteban de los Buitres, en Illano, ese uno de esos lugares de parada obligada. Y es que desde este sencillo promontorio las vistas sobre el río Navia son sencillamente impresionantes, así como las que tendrás del farallón del propio San Esteban de los Buitres y de los pueblos que se descuelgan por las laderas.

Asimismo, el pueblo de Santesteba conserva la tradición arquitectónica de la zona, y llaman la atención la solidez y potencia de sus muros.

Una mezcla de paisajes, humanos y naturales, que te hará sentir más cerca de la madre Tierra.

¡Un viaje por los paisajes de Asturias es siempre motivo de disfrute vital! ¡Si te ha gustado este post, compártelo en tu Facebook!