Atrás Slow travel en Asturias: Desconexión total en la naturaleza
Slow travel en Asturias, una forma de desconexión total en la naturaleza
Asturias es el escenario perfecto para los viajeros que buscan desacelerar y disfrutar de una experiencia más auténtica y tranquila. El paisaje verde, la montaña, las playas… todo incita a una conexión directa con la naturaleza, mientras que el amable paisanaje propicia la inmersión cultural en una tierra que tiene mucho que ofrecer al viajero.
¿Qué es el slow travel?
El turismo slow es una forma de viajar que enfatiza la desaceleración, la sostenibilidad y la conexión profunda con el entorno. Es mucho más que una forma de desplazarse de un lado a otro, es una filosofía que busca cambiar la forma de percibir y disfrutar de un viaje, que se centra en disfrutar del destino de manera consciente y respetuosa, valorando la calidad sobre la cantidad de experiencias.
Cuando se tienen unos pocos días para dedicar a un viaje, en ocasiones se tiende a incluir muchos destinos y experiencias, queriendo ver todo lo posible sin perder un solo minuto. Pero sucede, no en pocas ocasiones, que este estilo de viajar deja tras de sí varios síntomas secundarios, como el estrés o el agotamiento a la vuelta.
El slow travel huye de estas dinámicas apresuradas y promueve viajar de una forma más sostenible y que deje espacio a las sorpresas. Es ir más allá y conocer un destino y su cultura, no conformándose con las experiencias turísticas más convencionales y saboreando el momento, con tiempo suficiente para apreciar los detalles y la autenticidad del lugar que se visita, sin obsesionarse por tachar lugares de una lista.
¿Qué beneficios tiene?
La filosofía de viajar despacio ofrece diversos beneficios, tanto para el viajero como para el destino.
Desconexión y reducción de estrés
El objetivo del slow travel es volver a casa descansado, realizado y satisfecho. Para ello, es importante no programar actividades en exceso para poder vivir la experiencia del lugar, mimetizándose en la vida cotidiana de los vecinos. Hacer y deshacer menos la maleta implica una vivencia más tranquila.
Caminar el lugar ayuda a desconectar y genera bienestar a través del ejercicio. Dejar tiempo suficiente para vivir plenamente el momento, permitiendo que el viaje se desarrolle a su ritmo para experimentar el entorno y la gastronomía de una forma mucho más íntima y relajada, estableciendo vínculos con la zona y, porque no, incluso amistades.
Experiencias más auténticas
Uno de los principales beneficios del slow travel es que permite conocer más profundamente las tradiciones, personalidad y particularidades del lugar, dando tiempo a explorar los rincones menos trillados turísticamente. Sumergirse de lleno en la vida cotidiana, y no quedarse en la superficie.
Impacto ambiental más reducido
Viajar despacio fomenta la sostenibilidad y promueve el uso de opciones de transporte más sostenibles y que permiten descubrir el entorno, primando autobuses o trenes sobre el avión.
El viajero slow camina y utiliza la bici como métodos predilectos de desplazamiento y, al permanecer en un lugar por períodos más largos y con una lista menor de actividades, se reducen el número de desplazamientos y la huella de carbono.
Beneficios para la comunidad local
Se priorizan las experiencias y servicios ofrecidos por las comunidades locales, favoreciendo el desarrollo socioeconómico de los territorios que se visitan, con un máximo respeto medioambiental. Viajar de una forma responsable, dejando de lado las atracciones turísticas masivas y apoyando la economía local gastando el dinero en los pequeños negocios, contribuye a la creación y mantenimiento de puestos de trabajo y una mejor redistribución de los beneficios del turismo.
Por qué Asturias es slow travel
Asturias parece que fue diseñada para el slow travel gracias a su deslumbrante naturaleza y su gran variedad de entornos por descubrir, que incluyen montañas, bosques y playas vírgenes. Hay múltiples rutas y actividades al aire libre, perfectas para conectar con la naturaleza en Asturias y explorarla sin prisas, disfrutando el momento.
La contemplación de pequeños pueblos con encanto repartidos a lo largo y ancho de la geografía, la hospitalidad de los asturianos, la excelente gastronomía y la tranquilidad de los paisajes ofrecen una experiencia relajada y enriquecedora, muy alejada del turismo masivo.
Mejores destinos según la temporada
Es difícil concretar los mejores destinos con la gran oferta existente de escapadas por Asturias, pero los siguientes se adaptan perfectamente a disfrutarlos con el slow travel por bandera.
Peñamellera Alta y Baja
En el extremo más oriental del Principado, entre importantes núcleos turísticos, las dos Peñamelleras conforman un lugar idílico donde encontrar la calma. Inexploradas por los turistas, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja verdaderamente sorprenden a todos los que las visitan por los muchos secretos que guardan.
Con parte de su territorio integrado en el Parque Nacional de los Picos de Europa, son una de sus entradas menos conocidas, donde los paisajes son memorables. Caminar la sierra del Cuera o descender en canoa el cristalino y poco concurrido río Cares, son actividades muy recomendables. Obligado también disfrutar de sus pequeñas aldeas, del abundante patrimonio indiano y de los excepcionales quesos que se elaboran en la zona. La época óptima para visitar las Peñamelleras es entre primavera y otoño.
Los Oscos
Los Oscos están integrados por San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y Villanueva de Oscos, y se trata de una zona perfecta para visitar durante todo el año. Han sido Pueblo Ejemplar de Asturias en el año 2016, y Santa Eulalia ha sido nombrada capital del turismo rural en 2024, pero, pese a su popularidad, Los Oscos siguen siendo un rincón tranquilo de verdes paisajes rurales, preciosas rutas de senderismo, y actividades y talleres artesanales donde puedes aprender sobre los antiguos oficios.
Valdés
El concejo de Valdés ofrece un buen número de playas con escasa ocupación, y sus espectaculares acantilados conforman un paisaje único. No te puedes perder la hermosa villa de Luarca/Ḷḷuarca, el impresionante mirador de la Regalina, una ruta al atardecer por el Cabo Busto, o simplemente disfrutar del panorama en uno de los numerosos bancos con maravillosas vistas. Época recomendada para el slow travel: entre finales de primavera y principios de otoño.
Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias
El parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias es uno de los mejores lugares en España para disfrutar de diferentes planes de ecoturismo, con una de las biodiversidades más variadas del país. Si buscas lugares apartados y tranquilos, el mayor parque natural de Asturias, que ocupa su extremo suroccidental, es un destino perfecto para desconectar del mundo. La primavera es un gran momento para visitarlo, es época de reproducción y también cuando más sencillo es avistar osos. Asimismo el otoño es un momento ideal para vivir la eclosión cromática de los bosques. Todas las posibilidades las tendras detalladas en esta Guía para visitar Muniellos.
Aller
El concejo de Aller es uno de los grandes desconocidos del centro de Asturias. Un lugar eminentemente montañero, famoso en invierno por la estación de esquí de Fuentes de Invierno, pero que tiene mucho que ofrecer también el resto del año. Numerosos planes te esperan en Aller, entre ellos rutas de todo tipo y dificultad, en una naturaleza desbordante que incluye cascadas, picos y bosques tan hermosos que parecen salidos de un cuento de hadas, como el del Gumial.
Parque Natural de Ponga
El de Ponga es uno de los parques naturales más bonitos de Asturias y también de los menos visitados. Incluso en verano se puede vivir una experiencia de desconexión en esta Reserva de la Biosfera, salpicada de aldeas a los pies de impactantes paisajes de montaña.
Este vecino de Picos de Europa ofrece una excelente colección de rutas por la zona, con panorámicas realmente sensacionales, entre las que destaca la del Tiatordos. Ponga alberga también mucho bosque y rutas, siendo de las más conocidas la ruta del hayedo de Peloño, muy recomendable para una visita primaveral o, mejor aún, otoñal.
Las zonas más turísticas fuera de temporada
Aunque parezca difícil de creer, también es muy posible practicar turismo slow en las zonas con más ocupación del Principado de Asturias, teniendo claro que hay que salirse del verano para poder hacerlo realidad.
Lugares como Picos de Europa, Cangas de Onís, Llanes, Ribadesella, Caravia o Cudillero tienen una ocupación muy baja fuera de la temporada alta del verano. Las fechas recomendadas para viajar despacio por estas zonas es entre octubre y mayo.
Aunque una experiencia slow puede darse prácticamente en cualquier lugar, lo cierto es que los atractivos que ofrece el paraíso natural de Asturias, hacen muy sencillo viajar despacio y obtener una experiencia satisfactoria y enriquecedora durante la estancia.
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