Atrás Llanes, cuando ir de playa se convierte en mucho más

2017-08-11 10:20:00.000

Llanes es uno de los lugares más fotogénicos y fotografiados de Asturias. Decenas de directores de cine, de publicistas, de fotográfos, y de otros artistas de medio mundo han quedado prendados de sus paisajes, de sus aldeas, de sus costumbres, de sus fiestas y tradiciones, de su villa capitalina… Y por supuesto su costa – con sus castros como gigantes de piedra -, y sus afamadas playas, forman ya parte del imaginario de sitios de belleza sin límite...

En este recorrido llamamos tu atención sobre algunas características que hacen de Llanes un lugar único en el mundo.

Llanes, una villa ilustre y blasonada

Villa ilustre y blasonada, con casonas y palacios en cada rincón y en cada esquina, con los típicos corredores en maderas nobles que se asoman a un Cantábrico, a veces manso y a veces indómito.

Puerto deportivo de Llanes

Llanes es perfecto para transitar sin prisa por sus calles empedradas, para descubrir de pronto una plaza, un palacio o varios, un pasadizo, una basílica, los restos de una muralla, la bocana de un puerto que podría inspirar a los corsarios normandos, los colores y formas de las casas indianas, y tantas otras sorpresas.

Casco Histórico de Llanes

En Llanes el paso del tiempo se palpa en el aire y se pisa en forma de versos: los de Celso Amieva que están diseminados por todo el casco histórico.

Llanes siempre está viva, con ambiente en la calle, en sus coquetos restaurantes y sidrerías, en sus vinotecas, en sus terrazas, en sus tiendas, es un ir y venir continuo de gentes de todos los lugares, de peregrinos jacobeos, de viajeros incansables…

Llanes se asoma con naturalidad al mar y la montaña. Con vistas que emocionan a los Picos de Europa y a la Sierra del Cuera, y con playas que son auténticas joyas como el Sablón, Puertu Chicu o Toró, la villa es un compendio de virtudes que te tocarán para siempre el corazón…

Una ruta jacobea acariciada por la brisa marina y con sabor a salitre

 

El concejo de Llanes es jacobeo cien por cien, el Camino de Santiago de la Costa lo recorre de este a oeste, dejando una estela y un goteo constante de peregrinos que no saben hacia dónde mirar de tanta belleza que les llega en un solo vistazo a sus ojos.

Es frecuente ver a los peregrinos deambular por la villa y puerto de Llanes, asomándose a la costa, o quedar fascinados con la ensenada de Niembro, en la que impresiona su iglesia y su cementerio, reflejados nítidamente sobre el agua como si de un efecto mágico se tratara.

O darse un baño en la playa de San Antolín, de poderosa anatomía y mejores olas - ideales para practicar surf -. Aunque si de lo que se trata es de refrescarse un poco y dar un descanso a los pies, tal vez las aguas del río Bedón, que desemboca en esta playa y la divide en dos, sean el remedio más idóneo.

Playa de San Antolín en Llanes

Y por supuesto en esta parada playera te llegarán los efluvios de la iglesia del Monasterio de San Antolín de Bedón, que con su poderosa presencia románica te traslada a la Edad Media, cuando el tránsito de peregrinos era intenso y cuando los monjes benedictinos administraban la espiritualidad en la costa oriental asturiana.

San Antolín está lleno de leyenda, circunstancia muy acorde con toda la historia del Camino de Santiago de la Costa, envuelta en un halo de misterio indocumentado…

Un monasterio a pie de playa

 

¿Te imaginas la iglesia de un monasterio abrazada por la olas del mar cuando sube la marea? ¿Te resulta una imagen sugestiva eh? Pues en Asturias no tienes que imaginártela, existe y está en Celoriu…

Celoriu es un pueblo cercano a la villa de Llanes, especialmente famoso por la belleza de sus playas, por su imparable ambiente turístico, y por su incesante actividad náutico-deportiva.

Celorio

Y en medio de este animado escenario, discretamente se alza el Monasterio de San Savador, que lleva siendo refugio espiritual desde el siglo XII, y que tiene la impronta benedictina, como el de San Antolín de Bedón.

Cuando la luz lo permite, el monasterio destaca en el paisaje, y así le confiere una atmósfera distinta a Celoriu: Montañas como telón de fondo, pueblo con monasterio y las olas de Palombina poniendo el contrapunto marino.

¡Hasta los cormoranes se sorprenden con tanta belleza!

Ría, playa y puerto: el tres en uno de Niembro

 

Lo de Niembru parece cosa de magia o de xanas… Con marea alta es una ría de estrecha y bella bocana que va a dar a una playa y puerto al mismo tiempo, todo ello bajo la atenta mirada de una iglesia con su cementerio, que son uno de los lugares más fotografiados y admirados de cuantos te imagines.

Iglesia y cementerio de Niembro en Llanes

Cuando baja la marea, todo se hace playa, desde la bocana del puerto hasta el final de lo que habitualmente ocupa la ría, llamada de Barro y popularmente conocida como la de Niembru por ser éste el pueblo que la acoge en su seno.

Bocana de la ría de Barro en Niembro (Llanes)

A marea llena el conjunto es como un cuadro pictórico, con sus aguas transparentes y sus infinitos reflejos de cada detalle sobre el agua.

Ría y playa en Niembro (Llanes)

A marea baja todo queda al descubierto: las embarcaciones varadas, los fondos rocosos, las arenas modeladas por el sube y baja de la marea, y cada rincón se puede recorrer a pie hasta salir bocana adelante al mar.

En realidad el tres en uno de Niembru - ría, playa y puerto – da muchísimo juego, para el paseo, para el baño y para los más variados deportes náuticos.

Un litoral bajo el influjo de los Picos de Europa

 

Todo el litoral llanisco se extiende bajo la atenta mirada de los Picos de Europa y más concretamente del macizo occidental, conocido como El Cornión.

Valle de Posada de Llanes con el macizo occidental de los Picos de Europa al fondo

Si estás en Torimbia y cruzas hasta San Antolín por la rasa que se alza sobre esta concha poderosa, descubrirás el brillo de los Picos de Europa, y cuando comiences a bajar hacia la playa de San Antolín, ante tus ojos se abrirá todo el valle de Posada de Llanes, con los Picos al fondo y con la silueta de la Peñasanta de Enol majestuosa, como si te estuviera contemplando eternamente.

Cuando los castros no son edificaciones celtas

 

Tal vez los celtas se inspiraron en los castros marinos para sus edificaciones, pero esto es tan solo una elucubración que nos viene bien para soñar y para mostrar la belleza de estos islotes al mundo.

Precisamente en la costa llanisca, entre el pueblo de Villah.ormes, donde se encuentra la playa de La Huelga, con su famoso castro de las gaviotas, y la playa de Ballota, que también cuenta con un poderoso castro, se encuentra la mayor concentración de estos islotes de toda la costa asturiana.

Playa de Andrín y playa de Ballota con su castro
             

Los castros adquieren mil formas a cual más fantástica, y mudan su aspecto en función  de la hora del día y de la intensidad de la marea. Cuando las olas los golpean con intensidad parecen dehacerse en cascadas de inusitada belleza y si la mar está en calma son como gigantes de piedra que susurraran historias.

Algún encanto y beneficio deben tener porque las gaviotas y los cormoranes los usan como campamento, y los navegantes se sienten entre fascinados y temerosos ante su poderío en medio del mar.
 

El Stonehenge asturiano: los castros de Po

 

Y en medio de este paisaje verde y rocoso, de calizas inmensas, de cuevas submarinas y terrestres, donde los castros reinan a escasos metros de la costa, hay un conjunto de islotes especialmente llamativo por lo enigmático, por su curiosa disposición y apariencia: son los castros de Po, llamados así por su proximidad a la playa y al pueblo de Po.

Castros de Poo en Llanes

Las mentes más imaginativas – característica muy celta – han querido ver en este conjunto de islotes una especie de Stonehenge a la asturiana en medio de la mar de Llanes, y dicen incluso que han escuchado voces que salen de su interior…

Castros de Poo en Llanes

Sea como fuere los castros de Po impresionan a cualquier hora del día o de la noche, tanto por tierra como por mar, pero navegando se acentúa el enigma aún más: Parece que estos castros mudaran su aspecto y hasta su ubicación según el momento y lugar desde donde los mires…


Playas de Llanes, belleza sin límite para todos los gustos

 

Playa de Torimbia en Llanes

Las playas de Llanes dan fama a este concejo en todo el mundo: las hay abiertas y recónditas, con castros y sin castros, urbanas y rurales, y todas ellas enmarcadas en caliza y verde, y batidas por aguas cristalinas, espumas y olas. Todo un espectáculo natural que las convierte en únicas y deseadas.

Playa de Palombina en Celorio (Llanes)

Además la costa llanisca tiene otra singularidad que la hace única: con mareas muy vivas ofrece un espectáculo único que son los bufones - chorros de agua de mar pulverizados que se cuelan entre las cavidades de la roca y tienen un sonido muy característico que les da nombre.

 

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