Fiesta de Nuestra Señora del Carmen y Carmín
- Título Siero
- Dirección Localidad: La Pola Siero
- Días Días: Julio (13 a 18)
- Tipo Tipo: Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias
Información
Hablar del Carmín es como hablar de algo muy conocido y tradicional: todo está dicho o escrito alguna vez por algún investigador, pero siempre hay algo nuevo que decir. Nació esta fiesta en 1695, año en el que Andrés Quintanal y su mujer María García, vecinos de La Pola Siero y devotos de la Virgen del Carmen, costearon la construcción de Les Campes de una ermita dedicada a esta Virgen, formándose una Cofradía bajo la advocación del Carmelo.
Cuentan las crónicas que les costó 12.000 reales, y que se bendijo el 17 de Julio de ese mismo año, es decir, al día siguiente de la festividad de la patrona y se propuso celebrar la festividad en el año 1696. Estaba situada dicha ermita entre los castaños que ocupaban la actual Plaza de Les Campes, y al lado del camino que seguían los peregrinos en dirección a Santiago de Compostela. Los cofrades, que eran numerosísimos y de toda la provincia, festejaban a su patrona el domingo siguiente al 16 de Julio, si esta fecha no caía en domingo, celebrando una procesión en la que, entre otras demostraciones, se ejecutó, hasta el primer decenio de este siglo, la danza o baile de "los Danzantes", y en la que se exhibían numerosos "Ramos", costumbre éste que perduro hasta el año 1879, en que se perdió.
Pero era tal la asistencia de cofrades el domingo, que fue necesario organizar una segunda fiesta el martes, día del mercado de Pola de Siero, para que pudieran festejar a su patrona los devotos del concejo. Estos, que solían madrugar para el mercado semanal, acudían a la villa provistos de comida, que consistía básicamente en una empanada de anguilas y otros platos caseros que degustaban en el mismo castañeu, una vez terminados los actos religiosos y las posteriores danzas y bailes. Ni qué decir tiene que, llena la panza, seguirían con los cánticos y bailes, culminando al oscurecer con la Danza Prima, cuyo estribillo "¡Viva la Virgen del Carmen!" exaltaba a la patrona. El auge que con el paso del tiempo fue adquiriendo esta romería del martes en detrimento de la del domingo, hasta el punto que podemos considerarla como embrión y origen del actual Carmín, se debe exclusivamente a que, en el binomio origen de las fiestas, el componente profano, actuando de elemento dinamizador de los cambios de las mentalidades colectivas, fue absorbiendo paulatinamente al otro componente, el religioso, hasta anularlo, dejándolo relegado exclusivamente a la fiesta del domingo, consistente en una misa solemne y procesión en honor de Nuestra Señora del Carmen. Aunque quedan ya lejanas estas fechas de su origen el Siglo XVII, la romería de El Carmín sigue siendo, en síntesis, igual que aquella del martes, con los lógicos cambios que los tiempos fueron imponiendo. Uno de estos cambios fue el de la fecha de celebración: pasó del martes al lunes siguiente del día 16 de Julio, festividad de la Virgen del Carmen.
La razón fundamental que explica este cambio fue la destrucción de la ermita de la patrona durante la invasión francesa, cuya constancia queda en 1815 en uno de los libros de fábrica de la Iglesia firmado por Don Diego Fernández Linares, cura párroco de La Pola Siero. Se sabe también por la documentación que la campana de la ermita se entregó para fundir una nueva para la iglesia parroquial, al estar quebrada la de ésta.
En este resumen histórico queda patente la gran tradición de una fiesta que está considerada como una de las grandes romerías de Asturias, y que anima a tope el verano asturiano, tanto el día de la fiesta propiamente dicho, como los días anteriores con distintas actividades lúdicas y culturales.