Sólo ida
Al lado de Gijón/Xixón, apenas a diez minutos de la ciudad, encontramos esta ruta, tanto para recorrer a pie como en bicicleta. Si la hacemos de bajada es un cómodo descenso, de poco más de 5,5 kilómetros, entre bosques de robles, sauces, saúcos o boneteros y de bosque de ribera en la zona baja.
Una ruta donde escapar del rigor del verano y en la que fijarnos en las huellas de jabalís, zorros, corzos y tejones, que son especies habituales en la zona, así como innumerables aves.
Y todo ello camino del mar, para disfrutar en la playa de la Ñora de la duna, protegida y que va mejorando en los últimos años, y del afloramiento de rocas jurásicas que lleva el nombre de la misma playa, "Formación la Ñora".
El río será nuestro guía durante gran parte del camino y a su lado tendremos la posibilidad de hacer preciosas fotos, y si nos gusta el golf, hasta de jugar en el campo donde empieza la ruta.
La ruta comienza en las inmediaciones del aparcamiento del Campo Municipal de Golf La Lloreda. Al fondo del estacionamiento, a mano derecha, veremos la puerta que señala el inicio de ruta. El camino baja serpenteando a través de un bosque de ribera hasta llegar a la playa de la Ñora.
En los primeros 1,8 kilómetros del recorrido, nos encontramos con un puente que cruza el arroyo de Lloreda, y unos pocos metros más adelante, una bifurcación donde hay que seguir el camino que discurre por una de las márgenes del río.
Cuando llevamos caminados 2,5 kilómetros, tras cruzar el puente debemos tomar el camino de la izquierda, y un kilómetro más adelante hay que tener mucho cuidado, pues deberemos cruzar una carretera para continuar la ruta.
Alcanzado el kilómetro 4, aparece el tercer puente y a los pocos metros el último de ellos, que deberemos cruzar. Sólo queda un pequeño tramo de grava para llegar a la playa.
Una vez en la playa, kilómetro 4,8 y punto final de nuestra ruta, hay que observar con detenimiento la zona de las dunas que tenemos a nuestra izquierda y las formaciones geológicas del fondo de la playa.