La Foncalada
- Título Oviedo Centro de Asturias
- Dirección Dirección: C/ Foncalada (esquina C/ Gascona) ■ 33001 - Oviedo/Uviéu
Esta fuente medieval, que encontramos en pleno centro urbano de Oviedo/Uviéu, es una de las pocas construcciones civiles prerrománicas que han llegado hasta nuestros días. Un hito de la arquitectura medieval europea y de la ingeniería hidráulica de esta época. Un recordatorio de que hubo un tiempo en el que el agua no circulaba por tuberías, y era venerada y protegida. Su estudio resulta esencial para descifrar el papel que estas infraestructuras cumplieron en la evolución de las ciudades medievales. Su presencia icónica y su permanencia en el tiempo la han convertido en un tótem de la capital asturiana.
En 1998, la UNESCO reconoció su relevancia histórica al declararla Patrimonio de la Humanidad dentro del conjunto de Monumentos Prerrománicos de Oviedo y del Reino de Asturias.
Historia de La Foncalada
Desde el siglo IX ha sido muchas cosas: símbolo de poder real y religioso, fuente de agua potable para los ovetenses, lavadero público… ha resistido el paso del tiempo como testigo de la evolución urbana de Oviedo/Uviéu hasta convertirse en un icono patrimonial.
Origen y contexto histórico
Hay quien le concede un origen romano y quien atribuye a Alfonso III su construcción, aunque la mayor parte de los investigadores defienden que su configuración actual responde al reinado de Alfonso II, el Casto (791-842). La hipótesis romana sigue abierta, pero no se han hallado pruebas concluyentes que permitan hablar de una construcción anterior a la época altomedieval.
Su nombre proviene del latín "Fontem Calatam", que podría traducirse como "Fuente invocada", reflejando la fuerte conexión religiosa que la monarquía asturiana establecía con sus construcciones. Su agua cristalina, asociada al bautismo y a la limpieza del pecado original, no sólo saciaba el cuerpo, sino que renovaba el espíritu. Pudo haber sido utilizada en rituales de purificación o con fines terapéuticos. También pudo formar parte de un circuito procesional que partía del presumible palacio real en las inmediaciones de San Tirso el Real y la primitiva iglesia de San Salvador (sobre la que se levantaría la Catedral de Oviedo) y finalizaba en San Julián de los Prados.
Quien dominaba el agua, dominaba la ciudad. Proveer a Oviedo/Uviéu de una fuente monumental no solo aseguraba el bienestar de sus habitantes, sino que consolidaba la estabilidad del reino y reafirmaba la monarquía. En la fachada oriental del edículo, la presencia de la Cruz de la Victoria, acompañada de inscripciones latinas, refuerzan esta idea.
Restauraciones y conservación
Todavía a comienzos del siglo XX, antes de que el agua corriente llegara a los hogares, La Foncalada era un punto de encuentro para las mujeres que acudían a lavar la ropa. Sin embargo, el crecimiento de Oviedo/Uviéu y la modernización del abastecimiento la relegaron a un segundo plano. Quedó encorsetada en el entramado urbano y sufrió la amenaza de la contaminación, la erosión de la piedra y la presión del tráfico rodado.
Las principales intervenciones sobre La Foncalada han tenido lugar en los siglos XX y XXI, con trabajos que han buscado estabilizar su estructura y recuperar su aspecto original; eliminando sedimentos y otros elementos que alteraban su estructura original, reforzando la conservación de los sillares y del edículo. En los primeros años noventa, excavaciones arqueológicas permitieron avanzar en la interpretación de su estructura original, revelando que La Foncalada no era un elemento aislado, sino parte de un sistema hidráulico más amplio que abastecía a la ciudad medieval. Con el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en 1998, se establecieron nuevos criterios de protección y se instaló un sistema de drenaje para reducir la humedad y prevenir la erosión. En la actualidad, la fuente sigue bajo vigilancia y mantenimiento constante para evitar alteraciones en su estructura.
Características arquitectónicas
El aspecto general de La Foncalada es similar a los ninfeos pompeyanos. Ciertos elementos recuerdan a las construcciones hidráulicas de la época altoimperial, sobre todo su templete y un estanque que podría haber tenido usos balnearios.
Elementos originales prerrománicos
Uno de los principales argumentos a favor de esta teoría del origen romano es la similitud de sus cimientos con los de las "Pedras Formosas", estructuras rituales y termales características del noroeste peninsular que datan de época romana o incluso prerromana. En cualquier caso, la evidencia epigráfica y el estilo del edículo sugieren una construcción claramente vinculada a la monarquía asturiana del siglo IX.
Una construcción sobria, de grandes sillares de piedra caliza, y una estructura que se compone de tres elementos fundamentales: estanque, canal de abastecimiento y edículo monumental para enmarcar la salida del agua. Desde un punto de vista arquitectónico, su diseño no fue ni mucho menos casual, sino que respondió a una planificación coherente con las demás construcciones del dominio, reflejando un conocimiento técnico avanzado para la época, capaz de canalizar y distribuir el agua en distintos puntos de la urbe.
Decoración y simbolismo
Uno de los aspectos más notables de La Foncalada es su decoración epigráfica con invocaciones de protección divina como éstas:
"Por este signo es protegido el piadoso. Por este signo es vencido el enemigo."
"Pon, Señor, el signo de la salvación en esta fuente, para que no permitas que entre el ángel golpeador."
Hay quien sostiene que algunas de estas inscripciones se basan en la bendición de las fuentes bautismales, lo que podría indicar un uso ceremonial de La Foncalada.
Destaca también la presencia de una cruz con el Alfa y la Omega, símbolos que refuerzan esta misma idea de la protección divina, así como la vinculación del poder real con la fe. El edículo, de planta rectangular y cubierta a dos aguas, alberga un arco semicircular que da paso al agua. Se trata de un diseño que, aunque funcional, también está cargado de simbolismo y nos habla de una tradición arquitectónica que hunde sus raíces en el mundo clásico.
Ubicación, información y acceso
Si estás planeando tu visita a La Foncalada, aquí encontrarás todo lo que necesitas para organizarla con facilidad: cómo llegar y algunos consejos útiles para aprovechar al máximo tu paso por este singular monumento prerrománico en el corazón de Oviedo/Uviéu.
Horarios y detalles prácticos para visitantes
La Foncalada es un monumento de acceso libre, lo que permite visitarla en cualquier momento del día. Sin embargo, se recomienda acudir durante las horas diurnas para apreciar mejor los detalles arquitectónicos y epigráficos.
Dado su carácter urbano, no cuenta con un centro de interpretación propio, aunque podemos completar nuestra jornada cultural visitando el cercano Museo Arqueológico de Asturias, donde se exhiben otros elementos del patrimonio prerrománico de Asturias.
Cómo llegar
La Foncalada se encuentra en el centro histórico de Oviedo/Uviéu, en la calle que lleva su nombre. Su ubicación cercana a la Catedral de El Salvador, nos permitirá incluirla dentro de nuestro recorrido cultural por la capital asturiana.
Para quienes llegan en transporte público, la estación de tren y autobuses está a poca distancia, facilitando el acceso a pie. Quienes prefieran el coche pueden encontrar aparcamientos públicos en las inmediaciones.