Iglesia de San Julián de los Prados
- Título Oviedo Centro de Asturias
- Dirección Dirección: Selgas, 2
- Teléfono Teléfono: 687 052 826
- Correo electrónico Correo electrónico: visitasantullano1@gmail.com
San Julián de los Prados, también conocida como Santullano, es una de las obras medievales más notables de toda Europa, y una joya con mayúsculas del patrimonio cultural español. Se encuentra en la misma ciudad de Oviedo/Uviéu y es parada obligada para los amantes del turismo cultural. El interior de esta iglesia nos regala las pinturas murales mejor conservadas del siglo IX en Europa. Al detenernos en ellas, nos adentrarnos en un capítulo fascinante de la espiritualidad de la Alta Edad Media.
Una iglesia prerrománica “Patrimonio de la Humanidad”
San Julián de los Prados (Santullano) es la más grande y una de las más antiguas iglesias del Prerrománico Asturiano. La mandó construir Alfonso II, entre los años 812 y 842, y actualmente goza de la mayor distinción que cabe para un monumento: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998.
Historia y contexto de San Julián de los Prados
La singularidad de esta iglesia está ligada a los avatares de un reino en transición que se instaló en Oviedo/Uviéu. El reinado de Alfonso II el Casto trataba de diferenciarse de la tradición goda, adoptando influencias carolingias, impulsando un cristianismo triunfante y un ambicioso proyecto urbanístico que incluía todo un complejo áulico, con iglesias como la propia San Julián de los Prados, San Pedro de Nora o Santa María de Bendones.
Estas edificaciones se forjaban a imagen y semejanza de un poder teocrático que unía política y religión bajo un mismo ideal. El rey esculpía su tiempo, dando forma a un espacio sagrado como elemento de dominación.
Santullano: referente del arte medieval, canon prerrománico
Santullano es de alguna forma un campo de batalla simbólico que conecta la tradición romana tardía con la espiritualidad cristiana naciente, conjugando técnicas artísticas clásicas con los primeros cánones de la estética prerrománica. Los capiteles corintios de la capilla mayor, por ejemplo, probablemente sean de origen visigodo, y las pinturas murales siguen un esquema jerárquico derivado del mundo bizantino.
Por su parte, la estructura basilical con esa nave central amplia y luminosa es poco común en las construcciones medievales. El juego de volúmenes y los ábsides abovedados son elementos más innovadores, propios del arte asturiano. Por este sincretismo inaudito hablamos de un monumento universal con todas sus letras, un referente indiscutible del arte medieval europeo.
El transepto de Santullano
Supone un logro sin igual. Supera en altura a la nave central y otorga al espacio una monumentalidad que desafía las reglas de la arquitectura. Éste albergaba la tribuna real desde la que el monarca, encarnación de la divinidad, seguía las ceremonias religiosas. Un espacio iluminado por un ventanal de más de cuatro metros de altura por el que la luz del sol se filtraba y se convertía en luz espiritual. Un mensaje divino que bendecía el interior del templo, y a los que allí se congregaban.
Pinturas de valor universal
Los grandes frescos policromados, frisos de formas geométricas enlazadas y repetidas, con abundancia de figuras del reino vegetal y arquitectónicas, suponen uno de los más relevantes conjuntos pictóricos altomedievales de cuantos se conservan en Europa. Representan una visión idealizada y espiritual del cosmos. En su desarrollo se empleaban cuerdas impregnadas de pigmentos para marcar las líneas, compases para trazar círculos y ejes simétricos, buscando siempre la ilusión de la tridimensionalidad.
Un juego de luces y sombras que, como en un sueño, oculta un mensaje para trascender la realidad. Las pinturas, realizadas al fresco y grabadas previamente con punzón, son anicónicas (presentan ausencia total de figuras humanas o divinas), lo que las conecta con tradiciones más antiguas como la pompeyana o la helenística.
Existe en ellas una referencia constante al Apocalipsis de San Juan y a la Jerusalén celeste, como una promesa de lo que ha de venir. En un nivel superior se representan palacios alternados con elementos simbólicos como la cruz de la Anastasis, emblema victorioso del poder regio y signo de la devoción hacia la Santa Cruz.
En el silencio de su interior, roto solo por el eco de los pasos, uno puede imaginar los cánticos y plegarias que una vez resonaron bajo sus bóvedas. Vivir en primera persona uno de los mejores testimonios del medievo es algo que no puedes perderte en tu próxima visita a la capital de Asturias.
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Galería de Imágenes
Horarios y tarifas
- Prohibido fotografías y/o grabaciones en el interior. Duración visitas 30 min.
- Aforo máximo 15 pax por visita.
- Los horarios de visita están supeditados a cambios imprevistos en función de celebraciones extraordinarias.
- Reserva previa para grupos obligatoria (visitasantullano1@gmail.com)