Y es que el turismo rural en Asturias ofrece muchos y variados alicientes: la autenticidad de pueblos y aldeas, la belleza paisajística del entorno y el encanto de multitud de rincones donde, a menudo, hórreos y paneras y otros elementos etnográficos cobran protagonismo. Además, hay muchas actividades de ocio para entretenerse: desde conversar con las gentes de la zona, hasta practicar senderismo o cualquier otra actividad de turismo activo. Y por supuesto, no puede faltar la visita a museos, conjuntos etnográficos, castros y otros espacios culturales.
Asimismo, la gastronomía es otro de los atractivos indudables del turismo rural de Asturias. Porque la cocina asturiana tiene una mezcla de tradición e innovación que la convierte en única, y porque cada recoveco de esa Asturias de pueblo es un lugar para el buen comer, con las mejores recetas y los mejores productos de la tierra, elaborados con una equilibrada combinación de mimo y sabiduría.