Una de las notas más llamativas de la Festividad de la Virgen de Guía en Llanes es que destila antigüedad y solera marinera por los cuatro costados. La Ermita de Guía tiene quinientos años, y desde hace otros tantos se tienen noticias de esta cumplida devoción en la villa marinera de Llanes. Y otra nota curiosa es que su festividad coincide con la de la Virgen de Covadonga - patrona de Asturias – el 8 de setiembre. Pero la Virgen Guía no le quita protagonismo a Covadonga, antes al contrario, refuerza el sentido de identidad llanisca y oriental en el conjunto de Asturias.
Pero no terminan aquí las curiosidades de esta fiesta. Otra de las más plásticas y coloristas es la procesión nocturna que se celebra el 7 de setiembre, y en la que la Virgen es llevada de su ermita a la Basílica llanisca, con parada mirando al mar, fuegos artificiales, y cientos de mujeres ataviadas con mantilla española, unas con la mantilla blanca y otras negra, y portando cada una de ellas una vela en la mano y un nardo en la solapa (esta flor blanca y olorosa es la distintiva del Bando de la Virgen de Guía). Haciendo hileras, y acompañando a la Virgen por las angostas calles del casco histórico de Llanes componen una estampa única y diferente a todo lo que puedas encontrarte en una ceremonia de estas características. El elenco de curiosidades se completa con la Danza de Arcos en la mañana del día 8 de setiembre delante de la Ermita, que los niños interpretan con especial gracilidad, mientras los adultos están ataviados con el traje de llanisco y llanisca, y se cuentan por cientos.
Además, desde hace cuatro décadas un tren de madera con aire de época llega desde Mieres con cientos personas que se unen a esta celebración donde el azabache de los traje de llanisca deslumbra más que los rayos del sol.