Iglesia de San Tirso el Real
- Título Oviedo Centro de Asturias
- Dirección Dirección: Pza. de Alfonso II ■ 33003 - Oviedo/Uviéu
- Teléfono Teléfono: 985 220 702
Al llegar a la plaza de la Catedral, en Oviedo/Uviéu, el visitante no puede no levantar la vista hacia su torre, es como un potente imán. Pero a su derecha, más discreta, mucho menos altanera pero igual de ilustre, se encuentra la iglesia de San Tirso el Real. "Real" no es un guiño cortesano sin más, sino el recuerdo de su fundación por Alfonso II en el siglo IX, cuando la capital asturiana era aún un proyecto de ciudad.
Historia y arquitectura de la iglesia de San Tirso
Esta iglesia es una piedra más en ese mosaico excepcional que es el Arte Prerrománico de Asturias, aunque guarda como ninguna otra los secretos más hondos de los primeros reyes astures. Formó parte del complejo palaciego que incluía la Basílica de San Salvador y la Cámara Santa, y fue el primer oratorio reservado a la realeza. Aquí era donde Dios y el Rey se encontraban sin necesidad de audiencia y el resto de humanos entraban de puntillas.
A lo largo de los siglos, la iglesia se fue reinventado con reformas sucesivas. Tras el incendio de 1521 fue reconstruida varias veces hasta el siglo XX, dejando en su seno un crisol de estilos. El templo tuvo inicialmente planta basilical de tres naves separadas por pilares de cantería. Las naves se conservan actualmente, pero bajo añadidos góticos y barrocos. La nave central está cubierta con bóveda de cañón, las laterales con arcos apuntados y de medio punto. Del Barroco también se conserva, con especial devoción, el retablo mayor que talló José Bernardo de la Meana. La Virgen asciende al cielo flanqueada por una corte aérea de ángeles, mientras una Piedad observa el drama humano desde su pedestal. San Tirso, por su parte, esculpido con mesura y nobleza por Antonio Borja, preside su propia iglesia como un caballero que no quiere molestar pero que impone respeto. En la capilla de Santa Ana -en el flanco sur-, la bóveda gótica de crucería se apoya en ménsulas decoradas con escudos alzados por ángeles.
Y no deja de ser revelador que bajo el retablo del Cristo se descubriese, en tiempos ya tan cercanos como 2005, una pintura que dormía el sueño de los justos tras una capa de óleo marmóreo. Una Jerusalén imaginaria (posiblemente del siglo XVIII), de dos metros y medio de altura, inspirada en otros monumentos religiosos de Oviedo/Uviéu.
La iglesia y su importancia en el arte prerrománico asturiano
San Tirso el Real es mucho más que una iglesia anexa a la catedral. Es una pieza fundamental del rompecabezas histórico y artístico del Principado. Todos sus elementos forman un compendio de la evolución del arte religioso, desde el Prerrománico fundacional hasta el Barroco popular, pasando por el gótico reformista. Del primer templo fundado por Alfonso II el Casto sólo permanece la parte baja de la torre y la cabecera del ábside principal. El ejemplo más notable de su factura primitiva es una ventana trífora de arcos de ladrillo y columnas de mármol con capiteles romanos, que se puede ver desde el exterior de la iglesia. Sobre ella, dos piedras horadadas delatan el antiguo sistema de cierre de esta ventana, y más arriba una antigua moldura aún traza el tejado original a dos aguas. Esta es, sin duda, una pieza capital del Arte Prerrománico Asturiano. Uno de los pocos restos originales conservados in situ de la arquitectura religiosa de la época, capaz de transmitir la idea de que, en otro tiempo, construir una iglesia era algo más que levantar un edificio. Se trataba de crear un mundo distinto, con sus propias reglas y bajo una luz distinta.
San Tirso el Real no puede competir en espectacularidad con otras obras coetáneas: Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, o Santullano, pero ofrece uno de los testimonios más antiguos y relevantes de la época. Su papel como nodo fundacional de esta arquitectura la convierten en visita obligada.
Recomendaciones para los visitantes
Cómo llegar
San Tirso se encuentra al lado mismo de la catedral, en pleno centro histórico de Oviedo/Uviéu, al que podemos acceder cómodamente desde cualquier punto de la ciudad, tanto en transporte público como caminando.
Visitas
Esta iglesia, a pesar de su gran longevidad, aún sigue viva y con continuidad en el culto. Sólo se abre en el horario de los oficios (diariamente a las 19:00, y domingos también a las 12:30). Así que como la visita al templo resulta breve, conviene hacerla minutos antes de que comiencen las misas.
El testero Prerrománico se ve desde el exterior, y resulta una buena idea disfrutar de la fachada de la iglesia de noche, pues la iluminación exterior hace que sus vidrieras resplandezcan de una manera muy cautivadora.
Una vez que nos encontramos en este lugar, las posibilidades de ampliar nuestra jornada cultural son considerables. A escasos metros podemos acceder a la Catedral de El Salvador y su Cámara Santa, al Museo de Bellas Artes de Asturias, o al Museo Arqueológico de Asturias, localizado también en las inmediaciones. Este último centro, entre otros muchos atractivos, cuenta con una exposición permanente dedicada al Arte Prerrománico, con restos originales bien conservados de capiteles y columnas, celosías y canceles, altares, basas, ménsulas, esculturas y un buen número de reliquias de esta época.
Acercarse a San Tirso es siempre un acierto para abrirnos el apetito cultural al mundo sereno y enigmático del prerrománico asturiano.