La Vía Verde del Eo es un recorrido lineal (ida y vuelta). Sin apenas desnivel, se convierte en una ruta ideal para cualquier tipo de ciclista, incluso niños. Su pavimento permite que sea accesible incluso para personas con movilidad reducida.

En San Tiso, antes de cruzar el puente sobre el río Eo, encontramos el punto de inicio de esta ruta señalizada en todo momento. A los trescientos metros descubrimos el primero de los seis túneles que conectan y diferencian este itinerario ciclista del resto. Túneles que van desde los 65 a 173 metros de longitud, muestran el dominio de la arquitectura industrial sobre esta zona agreste. 

La senda ciclable continúa junto al Eo, meandro tras meandro, dejando atrás algunos saltos de agua y ocultándose en ocasiones entre la espesura del aliso, el sauce, el fresno y el castaño. Antes de asomarse desde la ladera, el camino cruza la carretera general N-640. La Vía Verde nos conduce hasta la central eléctrica, hoy en ruinas, antes de entrar en otro de los túneles excavados en la roca. Llegamos a la pasarela metálica que conecta ambas orillas para descubrir los casetos, pequeñas construcciones de mampostería de pizarra que servían para almacenar el carbón que alimentaba el tren minero. 

También podremos tomar un pequeño desvío en la ruta para dejar la bici y bajar hasta el puente colgante de Piago Mayor, o la escala de salmones un poco más adelante, o también acercarnos hasta la orilla de este río, donde aún abunda la trucha, el salmón y la lamprea. 

Llegamos al lugar donde Galicia y Asturias se encuentran. El arroyo de O Cairo actúa de frontera natural, que el cambio a un firme asfaltado delata, y marca el punto donde podemos optar por tomar el camino de vuelta o continuar, como os sugerimos en el track, durante seis kilómetros hasta el pueblo de A Pontenova, entrando ya en la provincia de Lugo, y donde merece la pena contemplar la antigua batería de hornos de calcinación. 

Precedente Successivo