Situados en la entrada del pueblo, un lugar tranquilo y con unas vistas increíbles a los Picos de Europa y al Mar cantábrico en días despejados, encontramos los dos apartamentos con capacidad para dos personas cada uno de ellos.
Casa Ritana es una casa de piedra y madera de dos plantas con una acogedora chimenea y una pequeña terraza, pudiendo considerarlo el más rústico.
Por el contrario Casa Miruella tiene un estilo más actual, es de una sola planta y tiene una espaciosa terraza con extraordinarias vistas donde poder disfrutar de una botella de sidra al atardecer después de un día de visitas por la zona.