La casa muestra la forma de vida de la sociedad rural de la comarca hasta mediados del siglo XX. El conjunto consta de cinco edificios que albergan los distintos espacios de una casa tradicional: la vivienda con el pasillo de entrada, la cocina, la sala, los cuartos, el desván y la bodega del horno; y el resto de espacios destinados al desarrollo de la actividad campesina: cuadras, pajar, cabanón, telar, carpintería, gallinero, bodega de vino, leñero y patatero.
En las fincas próximas a la casa también se puede disfrutar de la presencia de animales propios de una casería asturiana: gallinas, vacas y caballo.