Grado es tierra de cruce de caminos. En este concejo confluyen y divergen dos de los itinerarios culturales y vías de comunicación más importantes de la historia europea: el Camino de Santiago Primitivo y el Camín Real de la Mesa, antigua calzada romana. Su naturaleza de encrucijada le ha conferido al territorio y a sus gentes un carácter abierto, cosmopolita, y hospitalario. Si a esta circunstancia unimos la fertilidad de unas vegas alimentadas por las aguas del Cubia y el Nalón, obtendremos como resultado no sólo una huerta de primera calidad sino una cultura comercial que se traduce en un importante mercado dominical, un comercio local muy profesional, unos tocinillos que son verdaderamente celestiales y otras ‘llambionadas' de factura totalmente ‘moscona'.
Grado tiene un vasto mundo rural con caserías, ganado, prados, alojamientos turísticos, bosques y numerosas e interesantes rutas, y su Villa y capital conserva ejemplos arquitectónicos de gran envergadura desde la etapa medieval hasta nuestros días, arquitectura indiana incluida, de la que tienen señeros ejemplos y personajes porque indianos y parientes entre sí fueron los dos pioneros de las primeras cadenas de grandes almacenes en España. Grado es ejemplo de mentes inquietas que aman la cultura y sus múltiples manifestaciones - el deporte, el arte o la ciencia, entre otras, etc.-, y muy festivas, valgan como ejemplo las afamadas Flores de Grado…