Resulta casi imprescindible hacer alguna parada en las bellas playas de Guadamía, Gulpiyuri, Torimbia y Po antes de llegar a Llanes, población turística por antonomasia del oriente asturiano. Te recomendamos un recorrido por el paseo de San Pedro para contemplar desde este mirador natural este pueblo marinero de origen medieval, la playa del Sablón y los montes de la sierra del Cuera. El puerto pesquero y el deportivo son otros de los atractivos de esta villa en la que Agustín Ibarrola ha dejado como legado los populares "Cubos de la memoria".
También llamarán tu atención el fuerte, desde donde se cañoneaba a los barcos enemigos hasta el siglo XX, y el casco histórico. Al final del paseo de San Antón nos encontramos el faro, de 1860. Su torre sobrevivió al incendio de 1946 y es la original en esta construcción de carácter octogonal encima del acantilado.
Tras disfrutar de su afamada gastronomía, continuamos la ruta para contemplar el espectáculo natural de los bufones. En Asturias hay tres puntos de referencia: Pría, Arenillas y Santiuste, convertidos en chimeneas abiertas en la roca del acantilado por donde sale el agua pulverizada. ¡Este curioso fenómeno no te dejará indiferente!
Avanzamos por la carretera de forma paralela a la costa, declarada Paisaje Protegido de la Costa Oriental, y nos despedimos en el faro San Emeterio. Construido al borde del acantilado en 1852, es el más oriental de Asturias al ubicarse en Pimiango, en el concejo de Ribadedeva. También destaca por su lejanía de los lugares habitados. Se encuentra prácticamente oculto en un bosque de encinas y cercano a la cueva de Pindal, con pinturas rupestres del Magdaleniense, y los restos del monasterio románico de Santa María de Tina. En Tina Mayor, el estuario que marca la frontera de Asturias con Cantabria, encontrarás el enclave perfecto para profundizar en las espacies vegetales y marinas gracias al centro de interpretación y avistamiento de aves.