Sólo ida
Esta ruta parte del hermoso pueblo de montaña de Yernes, que conserva un importante y valioso patrimonio etnográfico, además de construcciones tradicionales muy bien conservadas. Dejamos el coche en el pueblo.
Yernes parece casi un pueblo de cuento, tan cerca y a la vez tan lejos, a apenas una hora en coche de Oviedo por una preciosa y revirada carretera de montaña que nos lleva a un paraíso entre bosques y montes, en un collado del que parte una pista hacia un lugar no menos paradisiaco, los pastos de las brañas altas, donde se encuentra nuestro destino final, Cuevallagar.
Desde aquí una pista va cogiendo altura y perspectiva sobre el pueblo y su entorno, y a medida que ascendemos atravesamos Braña Senra, con sus magníficas cabañas, y nos acercamos a las balsas de agua que abastecen a los abrevaderos del ganado. El paisaje va ganando amplitud y belleza.
Del otro lado, los verdes pastos de estas zonas de montaña, que alternan con el brezal tojal y donde podemos ver cruzarse al zorro, entre vacas y caballos, mientras caminamos o pedaleamos en dirección a la campera de Cuevallagar, con su curioso refugio de pastores hecho de piedra y con forma tronco-piramidal.
Y abajo, al fondo de la campera, donde un mínimo arroyo se pierde, se abre la cueva que da nombre al lugar. Refugio de fauna salvaje y doméstica, donde los murciélagos la convierten en su casa, las chovas en refugio temporal y pastan vacas y caballos. Una obra esculpida por el agua en la caliza, desde donde retornaremos después sobre nuestros pasos.
En los primeros 250 metros de ruta, alrededor de las últimas casas del pueblo, encontramos una pista hacia la izquierda, que tomaremos sin desviarnos hasta alcanzar el kilómetro 2,5, aproximadamente, donde el camino confluye con otro en una pista de mayor tamaño que seguiremos hasta llegar a Cuevallar o Cuevallagar, gran cavidad situada en el monumento de los puertos de Marabio, en las estribaciones del Pico Loral.
Una vez visitado y disfrutado del entorno de Cuevallagar, damos la vuelta por el mismo camino hasta acceder de nuevo al punto de inicio, el pueblo de Yernes, donde finaliza nuestra ruta. Es decir, hacemos la ruta de nuevo, pero en sentido contrario, siguiendo los pasos anteriores.