- Dirección Concejos del itinerario: Vegadeo, San Tirso de Abres, Valdés, Tineo, Cudillero, Pravia, Salas, Oviedo, Riosa, Luanco, Colunga, Piloña, Caravia, Ponga, Ribadesella, Llanes, Ribadedeva, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja
- Duración Duración: 7 días
- Distancia Distancia: 640,8 kms
- Punto de partida Punto de partida: A Veiga/Vegadeo
- Tipo de ruta Tipo de ruta: coche
- Trazado de la ruta Trazado de la ruta: Descargar kml
Asturias es ideal para combinar viajes de mar y montaña, por la cercanía entre ambos.
Esa cercanía apabullante de las montañas con el mar, que configura el paisaje asturiano, tiene su punto culminante en el Oriente, donde los Picos descienden hasta la costa en apenas 20 kilómetros. El Principado es una región idónea para combinar viajes de mar y montaña, con los ríos que los conectan, ya sea para disfrutar de las sendas y las playas en verano o para recorrer el litoral y conocer el patrimonio en invierno.
Recorrido
A Veiga/Vegadeo - San Tiso - Playa de Barayo
Día 1: El itinerario comienza en el Occidente. El punto de partida de la primera jornada es A Veiga/Vegadeo, una localidad a medio camino entre el mar y la montaña en la que se pueden visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el emblemático edificio del Ayuntamiento, situado en un ensanche urbano del siglo XIX, o la Casa de Elisa y Luis Villamil, que es la sede de la Casa de la Cultura. En el barrio de Abres, se encuentra el Palacio de Miranda, levantado en el siglo XVIII sobre una construcción anterior. Por su parte, el antiguo Monasterio de San Esteban de Piantón aparece ya citado en el año 1079, pero los restos más antiguos que hoy quedan en pie son del siglo XVI. De A Veiga/Vegadeo se puede ir a San Tiso, por la N-640, para visitar el Centro de Interpretación de la Pesca del Eo, situado en el primer piso del antiguo Centro de Instrucción, fundado por los emigrantes en La Habana. San Tiso es un lugar idóneo para conocer el paisaje, a través de la Senda del Eo (que aprovecha una antigua caja del ferrocarril), de doce kilómetros, o de la Ruta a Pena do Encanto, donde, según una leyenda, una dama encantada sale de la roca con un peine de plata cada noche de San Juan. De San Tiso, salimos hacia la costa valdesana, de indudable encanto y con Reservas Naturales como la de Barayo, que disfrutaremos en la segunda jornada.
Playa de Barayo - Luarca/Ḷḷuarca - Navelgas
Día 2: Una somera incursión en la tierra vaqueira merece, al menos, una jornada, en la que se recorrerán los kilómetros que conectan Valdés y Tineo. La costa alberga algunas de las playas más bonitas del litoral asturiano, como la Reserva Natural de Barayo, en el límite con Navia, o los arenales de Otur, Cadavedo y Cueva, que tienen todos los servicios. Y también una villa como Ḷḷuarca, en la que el puerto, las playas, el cementerio, el faro, la mesa de mareantes, el puente del beso, el casco histórico, y sus villas indianas componen un conjunto ideal para pasear y disfrutar del ambiente marinero. Desde la villa marinera de Ḷḷuarca, a través de la AS-219, en dirección a Pola de Allande, se llega a las brañas vaqueiras, entre las que se encuentra la de Aristébano conocida por su famosa boda vaqueira. A veintidós kilómetros, se encuentra el Museo Vaqueiro, que explica esta cultura marcada por la trashumancia ganadera y que está dividido en dos partes. La primera está ubicada en el barrio de Barzanietxa, al oeste del pueblo de Naraval y la segunda, en Folgueras del Río. Estas instalaciones se completan con cuatro rutas organizadas por las siete brañas de la zona, de las que el viajero puede obtener información en el museo. Para finalizar esta intensa jornada, a menos de cinco kilómetros se encuentra el Museo del Oro en Navelgas.
Navelgas - Cudillero - Pravia - Salas
Día 3: La jornada comienza en la playa de El Silencio, conocida como Gavieiru o Gavieiro, en Castañeras, a dieciséis kilómetros al oeste de Cudillero. El coche debe aparcarse en una pequeña área habilitada y continuar caminando unos diez minutos. La villa marinera de Cudillero, una de las más singulares de la región, merece una visita. Este viaje también puede ser una buena excusa para familiarizarse con la tradicional pesca del salmón. A través de la Autovía del Cantábrico (A-8) y la AS-16, a menos de media hora, se encuentran Pravia y su Casa del Salmón, que ofrece visitas guiadas gratuitas pero que solo abre si se reserva con antelación. Muy cerca, en Cornellana (concejo de Salas), se encuentra la Senda del Salmón, un modo idóneo para familiarizarse con el entorno. Esta ruta es llana, mide once kilómetros y conecta Cornellana con Bárcena. También desde Cornellana se puede caminar hasta el Puente de Quinzanas, en un recorrido de catorce kilómetros (ida y vuelta). En las inmediaciones se encuentra Salas, capital del concejo, villa medieval de gran importancia en la Ruta Jacobea, cuyo casco histórico conserva 'joyas' arquitectónicas como la Colegiata o el Castillo de Valdés Salas - casa natal del fundador de la Universidad de Oviedo, Fernando de Valdés Salas -, y para endulzar este paseo al pasado, nada mejor que unos 'carajitos del profesor', dulce típico local.
Salas - Oviedo/Uviéu - Riosa
Día 4: Desde Oviedo/Uviéu se contempla la sombra del Paisaje Protegido de la Sierra del Aramo, frontera verde del sur del área metropolitana central de Asturias. Tres picos sobresalen en el horizonte por encima de los 1.500 metros: El Gamoniteiru, La Gamonal y El Barriscal. La cima de El Angliru, al que se llega en coche a través de la N-630, en dirección a Mieres, y después por la AS-231, en dirección a Riosa, es un buen punto de partida para organizar excursiones. En cambio, quien esté dispuesto a recorrer más kilómetros puede acercarse a una de las dos estaciones de esquí asturianas, Valgrande-Pajares (60 kilómetros desde Oviedo/Uviéu) o Fuentes de Invierno (65 kilómetros). En invierno se puede disfrutar de la nieve y, en otras épocas del año, familiarizarse con la montaña.
La Vega - Rifabar
Día 5: Mar y montaña son también Colunga y Piloña, dos municipios que representan casi la puerta al Oriente. Colunga tiene playas como La Griega, con una ruta de icnitas de dinosaurio o La Isla. A pocos metros, La Espasa, un paraíso para los senderistas, surfistas y aficionados al vuelo de cometas, pertenece ya al vecino concejo de Caravia. Desde el litoral se puede acceder al interior a través de la carretera de montaña AS-258 que desemboca muy cerca de L´Infiestu, capital de Piloña. A mitad de camino también se puede coger un trazado diferente, por la AS-358 que cruza la Sierra del Sueve y Borines/Boriñes para acabar cerca de Villamayor. En L´Infiestu, están la iglesia de San Antonio o la Casa del Tiempo y a solo un kilómetro por la AS-254, el Santuario de la Virgen de la Cueva. Si prefiere adentrarse en la montaña, una buena opción es el área recreativa de La Pesanca, situada entre bosques y de la que parten varias rutas. A este espacio natural se accede por la carretera PL-4, una vía local que conecta con la N-634, a pocos kilómetros de la capital. La ruta, que sigue el curso del río Infierno, adentra al viajero en la Reserva de la Biosfera de Redes.
Rifabar - Ribadesella/Ribeseya
Día 6: Desde Piloña hacia el oriente, hay otra exuberante zona de montaña por descubrir, la que conservan Ponga y su Parque Natural. El 37% de este territorio son bosques. En él se da una horquilla de altitudes que va de los trescientos metros sobre el nivel del mar a los 2.100. Una de las rutas recomendadas es la del Bosque de Peloño, una senda de casi veinticinco kilómetros que cruza un territorio declarado Reserva Natural Parcial y que tiene entre sus elementos más atractivos un gran hayedo. Del mismo modo, se puede disfrutar de la naturaleza practicando rafting en los cañones de Viboli y Carangas, o barranquismo. A solo una hora de Ponga (cincuenta y cuatro kilómetros), el Cantábrico penetra en Ribadesella/Ribeseya a través de su ría. Un paseo por la playa de Santa María y por el puerto hasta la Ermita de la Guía reconcilia al viajero con el mar.
Ribadesella/Ribeseya - Alles
Día 7: La última jornada sigue la dirección contraria, de la brisa marina al viento de los Picos. Los bufones salpican la costa de Llanes, se trata de cavidades excavadas en la roca por el mar, que emerge a la superficie mediante grietas, como chimeneas. Concentran el sonido que provoca el batir de las olas. En días de marejada, asoma incluso el vapor del agua. Los más famosos son los de Arenillas (a un kilómetro de Puertas de Vidiago), Santiuste (en las inmediaciones de Buelna) y Guadamía. El viaje continúa rumbo a Bustio, el último puerto pesquero asturiano, ya casi en el límite con Cantabria, para tomar la carretera N-621 hacia Peñamellera Baja. Así podrá encontrarse con la Sauceda de Buelles, un bosque que bordea el Cares entre El Mazo, Narganes y Buelles. El viajero también puede pescar en temporada si dispone de licencia. La última parada es Peñamellera Alta, que conserva algunos de los mejores cotos pesqueros, como Niserias o Rubena. Los amantes de la bicicleta de montaña tienen una oportunidad única de disfrutar con el itinerario entre Mier y La Molinuca. Los que prefieran una actividad más pausada pueden visitar el Aula de la Miel, en Alles, que es un centro de difusión apícola.