Cámara Santa
- Título Oviedo Centro de Asturias
- Dirección Dirección: Pza. de Alfonso II (interior de la Catedral)
- Teléfono Teléfono: 985 219 642
- Correo electrónico Correo electrónico: reservas@catedraldeoviedo.com
- Sitio Web Sitio Web: https://catedraldeoviedo.com
Integrada en la Catedral de Oviedo, la Cámara Santa es un espacio más que emblemático de la tradición religiosa, histórica y cultural de nuestro país. Hablamos de uno de los relicarios más importantes de la cristiandad, que además forma parte del inventario monumental y artístico del Prerrománico Asturiano. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998 y desde la Edad Media atrae un peregrinaje continuo a la ciudad de Oviedo/Uviéu, vinculado principalmente al Jubileo de la Santa Cruz y a la devoción del Santo Sudario.
Importancia histórica de la Cámara Santa
Su papel es primordial para la tradición cristiana, pues preserva tesoros indecibles desde la Alta Edad Media: reliquias de las crucifixiones romanas y el propio sudor de Cristo, alhajas de imperios antiguos, vestigios de las cruzadas, cruces todopoderosas de batallas y reconquistas...
¿Cuándo se construyó la Cámara Santa?
Según los últimos estudios arqueológicos se construyó durante el reinado de Alfonso III (866-910) para ser capilla episcopal y sepulcro de mártires. Al poco tiempo también se le encomendó la misión de proteger las reliquias. Su diseño, dos naves superpuestas, provenía del mundo romano. En el piso inferior: la angosta cripta de la mártir Santa Leocadia, con presbiterio y altar al fondo, y tres tumbas de lápidas bien labradas. En la parte de arriba: la capilla de San Miguel, lugar donde se guardan las reliquias. Es éste un espacio más amplio, cubierto con bóveda de cañón y reforzada por grandes arcos que se apoyan en las figuras de los apóstoles (el apostolado de la Cámara Santa está considerado una de las obras cumbres de este periodo).
A lo largo de su historia, la Cámara Santa ha registrado las alteraciones propias de cada época, aunque nada que ver con la que sufrió durante la Revolución de 1934, cuando una potente carga de dinamita la destruyó casi por completo. “¡Volaron la Cámara Santa!” gritaban los ovetenses por las calles. Después vendrían los duros trabajos de desescombro, la clasificación de todos los restos y una reconstrucción minuciosa.
Patrimonio de la Humanidad
En 1998 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y no sólo fueron sus reliquias el objeto de este título, sino también la cámara en sí misma por su importancia arquitectónica e histórica. Una "capilla palatina" capaz de conciliar el culto con la vanagloria de monarcas que se autoproclamaban “humildes siervos de Cristo”. Ellos debían proteger con celo los tesoros divinos que se les habían encomendado, y con este propósito se adosó la Cámara Santa a la Torre de San Miguel, una atalaya de carácter defensivo perteneciente a la antigua iglesia de San Salvador -sobre la que hoy se levanta la Catedral de Oviedo.
La Cámara Santa y la Catedral de Oviedo: "Sancta Ovetensis"
Llegadas de Tierra Santa, las reliquias comenzaron a ser veneradas desde entonces y a lo largo de toda la Edad Media. La propia Catedral de El Salvador recibiría el sobrenombre de "Sancta Ovetensis" por alojar esta cámara, recibiendo un caudal ingente de peregrinos que querían ser testigos de la existencia de las piezas sacras.
Oviedo y el Camino de Santiago
La Catedral de Oviedo y la Cámara Santa fueron punto de salida del Camino Primitivo, la ruta más antigua que se conoce hacia Santiago de Compostela. También fueron tradicionalmente parada obligada del Camino del Norte o de la Costa. "Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al siervo y no al Señor". Con este dicho popular se instaba a los peregrinos a desviarse para visitar la catedral ovetense antes de continuar hacia Santiago.
Este peregrinaje llegó a tales cotas que el propio Cabildo solicitó formalmente al papado poder celebrar un jubileo –algo que fue concedido por la Santa Sede en el año 1438.
Jubileo de la Santa Cruz
La bula papal otorgaba indulgencia plenaria a los que acudiesen a la Catedral a celebrar la Exaltación de la Santa Cruz. La perdonanza, como también se la conoce, se celebra desde entonces entre el 14 y el 21 de septiembre, días en los que es posible ganar esta indulgencia si uno se confiesa y muestra arrepentimiento, comulga en la eucaristía y reza por el Papa.
Ya en la Edad Media se organizaban procesiones solemnes estos días. También se mostraba el Santo Sudario a los fieles. Tradición que sigue viva en la actualidad.
¿Cuándo se puede ver el Santo Sudario de Oviedo?
El Santo Sudario permanece todo el año en la Cámara Santa, sólo se expone al público tres días al año: al finalizar la misa del 14 de septiembre, Día de la Exaltación de la Santa Cruz; el 21 de septiembre, en la misa mayor en honor a San Mateo; y el día de Viernes Santo tras celebración de la Pasión del Señor.
¿Qué reliquias guarda la Cámara Santa?
Custodiada en el corazón de la Catedral de Oviedo, la Cámara Santa protege algunas de las reliquias más veneradas del cristianismo. Destacan el Arca Santa —llegada, según la tradición, tras un largo éxodo desde Jerusalén—, la Cruz de la Victoria, la Cruz de los Ángeles y la Caja de las Ágatas, joyas únicas de la fe, la historia y el arte medieval asturiano.
El Arca Santa
Cerrada a cal y canto en el año 614 ante la inminente invasión persa de Jerusalén, terminó recalando en Oviedo en el siglo VIII al ir escapando de los avances musulmanes. En el siglo XII, tras un purificador periodo de ayuno y oración en la corte de Alfonso VI (existía la creencia de que una luz cegadora haría imposible ver lo que contenía) se abrió finalmente el arca.
Guardaba tantas reliquias que, según los cronistas, sólo Dios podría contarlas. Pero en realidad "sólo" había unas trescientas, entre ellas el Santo Sudario, paño que cubrió el rostro de Cristo tras su muerte (segunda reliquia más importante de Europa tras la Sábana Santa), además de fragmentos de la Santa Cruz, un pedazo de pan de la Última Cena, espinas de la corona del crucificado, cabellos de la Virgen María, huesos de profetas e incluso maná con el que Yahvé alimentó al pueblo judío en el Éxodo.
La Caja de las Ágatas
Fue facturada en oro en el siglo VIII, con finas capas de ágata y otras piedras preciosas. En la base se encuentra una inscripción conmemorativa que finaliza con esta advertencia "Quien se atreviere a arrebatar estos dones nuestros, sea muerto por el rayo divino".
La Cruz de la Victoria
Cruz latina de un metro de alto, con el alma de roble y revestida de oro. Alfonso III la hizo recubrir de piedras preciosas en el año 908. Según la tradición la portó Don Pelayo en la batalla de Covadonga, y por ello se ha convertido en el emblema indiscutible del Principado de Asturias.
La Cruz de los Ángeles
Las crónicas más fervorosas sostienen que fueron espíritus celestes, bajo apariencia de orfebres, quienes la fabricaron. Está recubierta de pequeños hilos de oro, piedras preciosas y un gran camafeo de ágata. Hay quien sostiene que algunas de estas joyas podrían haber pertenecido al tesoro del emperador Augusto.