Si algo nos ha enseñado el confinamiento es la importancia de mantener el cuerpo activo para mantener la mente en orden. Hacer deporte nos ayuda a generar endorfinas, lo cual contribuye a nuestro bienestar físico y emocional. ¿Pero cuánto influye el entorno? ¿Es lo mismo hacer deporte en casa, o en el gimnasio, que al aire libre? Evidentemente, no.
Practicar ejercicio físico al aire libre nos proporciona una serie de estímulos sensoriales que hacen de la actividad una experiencia mucho más enriquecedora. La sensación de libertad incrementa la autoestima y el rendimiento. Además, desde el punto de vista de la biomecánica, algo tan sencillo como caminar o correr se convierte en un ejercicio mucho más completo si se realiza en un entorno natural, ya que los cambios de dirección, desnivel y ritmo favorecen el trabajo de un mayor número de músculos y tendones. Esto, sumado a los beneficios conocidos de la vitamina D y a la ventaja económica (¡hacer deporte en el paisaje más fascinante del mundo es gratis!), lleva a una conclusión clara: Mucho mejor al aire libre.
La asturiana Lucía Martiño, dos veces Campeona de España de Surf, y el ciclista olímpico Samuel Sánchez nos hablan en este reportaje de cómo han vivido el confinamiento y de cómo volver a su medio (el mar y la cordillera Cantábrica) les ha devuelto el bienestar.
Ver también: "El día en el que dos campeones volvieron a ser libres" (publicado en El País el 08/07/2020).
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