Asturias, entre montañas y bosques, nos regala un tesoro líquido: sus lagos y lagunas. Imagina caminar por senderos que bordean las orillas, respirar aire puro y disfrutar de vistas panorámicas que te dejarán sin aliento. Estos espejos de agua, fruto de la glaciación y de la morfología kárstica, ofrecen un espectáculo natural de incomparable belleza.

/documents/39908/9837150/lago-negro-o-de-calabazosa-somiedo.jpg/efcc749a-8eaa-44a9-c58b-4d43cfd1fd66?t=1726121085346

Imagen del Lago Negro o de Calabazosa en el concejo de Somiedo.

Entre los más conocidos destacan los emblemáticos Lagos de Covadonga, Enol y Ercina, situados en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa. Sus aguas cristalinas reflejan las majestuosas montañas que los rodean, creando una postal inolvidable.

En la zona centro de Asturias, el conjunto lacustre de Somiedo, formado por los lagos de Saliencia (Calabazosa o Lago Negro, Cerveriz, Laguna de Almagrera o La Mina y La Cueva) y el Lago del Valle, sorprende por su belleza salvaje. Estos lagos de origen glaciar invitan a disfrutar de la tranquilidad y el silencio de la alta montaña. El Lago del Valle, el más grande de Asturias, destaca por su belleza y profundidad.

La Reserva Natural Integral de Muniellos alberga un conjunto de lagunas de gran valor ecológico, como las lagunas de La Peña, La Grande, La Honda y La Isla. Rodeadas de bosques centenarios, estas lagunas son un refugio para numerosas especies de flora y fauna.

/documents/39908/9837150/lago-ercina.jpg/6398a468-23db-c220-0353-b4fae8d12917?t=1726122259287

Imagen del Lago Ercina en primer plano en el concejo de Cangas de Onís.

Las Lagunas del Teixedal, en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, forman un conjunto de gran belleza paisajística. La Laguna Negra, la mayor de ellas, destaca por sus aguas oscuras y su entorno de alta montaña.

Además de estos tesoros naturales, Asturias cuenta con otras lagunas y lagos de menor tamaño pero igual de encantadores, como el lago Ubales en el Parque Natural de Redes. Cada uno de ellos posee su propia personalidad y ofrece una experiencia única al visitante.

Los lagos y lagunas de Asturias son un regalo para los sentidos y un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Ya sea para practicar senderismo o simplemente contemplar el paisaje, estos espacios naturales te dejarán una huella imborrable.